OBJETIVOS Y ACCIONES PARA EL CURSO 2015-16.

OBJETIVOS Y ACCIONES DE LA DIÓCESIS DE JACA PARA EL CURSO 2015-2016

      INTRODUCCIÓN  

El curso pastoral 2015-2016 estará marcado por la misericordia. El Papa Francisco ha proclamado un “Jubileo Extraordinario de la Misericordia”.      

El Santo Padre escribe en la bula de convocatoria, titulada “Misericordiae vultus”: “Siempre tenemos necesidad de contemplar el misterio de la misericordia. Es fuente de alegría, de serenidad y de paz. Es condición para nuestra salvación. Misericordia: es la palabra que revela el misterio de la Santísima Trinidad. Misericordia: es el acto último y supremo con el cual Dios viene a nuestro encuentro. Misericordia: es la ley fundamental que habita en el corazón de cada persona cuando mira con ojos sinceros al hermano que encuentra en el camino de la vida. Misericordia: es la vía que une Dios y el hombre, porque abre el corazón a la esperanza de ser amados para siempre no obstante el límite de nuestro pecado” (MV 2).  Después de las reuniones del Consejo Presbiteral, del Consejo Diocesano de Pastoral, y a partir del trabajo desarrollado en la “Jornada de Pastoral de Comienzo de Curso”, el “Objetivo general” será: “vivir la misericordia como eje central de la evangelización”.      

Este “Objetivo general” se desarrolla en cuatro ámbitos, cada uno de los cuales se propone alcanzar un objetivo propio y llevar a cabo unas acciones específicas.      

Además, una vez concluido el trabajo realizado durante el “Plan Diocesano de Pastoral 2012-2015”, hemos de ir perfilando los rasgos del próximo Plan, que se irá desplegando en el período 2016-2021. Para tomar el pulso de nuestra realidad diocesana y responder, con la ayuda de Dios, a los desafíos y prioridades que encontraremos, el marco de referencia es la Exhortación apostólica “Evangelii gaudium”, en la que el Papa Francisco escribe: “Sueño con una opción misionera capaz de transformarlo todo, para que las costumbres, los estilos, los horarios, el lenguaje y toda estructura eclesial se convierta en un cauce adecuado para la evangelización del mundo actual más que para la autopreservación” (EG 27).       Un formulario orientador nos servirá de guía para profundizar en las líneas programáticas de “Evangelii gaudium” y para elaborar, entre todos, las orientaciones básicas del nuevo Plan Diocesano de Pastoral.  

OBJETIVO 0:

Elaborar el próximo Plan Pastoral de la Diócesis de Jaca 2016-2021.  Para ello nuestro Obispo invita a todos (Parroquias, Consejos, Comunidades, Asociaciones, Cofradías y Hermandades, grupos de agentes de pastoral...) a colaborar en esta elaboración trabajando y respondiendo al cuestionario que ha realizado, y que sigue las indicaciones de la Exhortación Apostólica "Evangelii Gaudium" del Papa Francisco. Teniendo tiempo para esta colaboración hasta finales de marzo del año 2016.

OBJETIVO GENERAL: Vivir la misericordia como eje central de la evangelización.

1º LA MISERICORDIA Y EL SACRAMENTO DEL PERDÓN:

OBJETIVO: Disfrutar de la misericordia de Dios en el sacramento de la Reconciliación.

ACCIONES:

  • Formación sobre el sacramento en la catequesis de niños y jóvenes. Formación a todo el pueblo y a los agentes pastorales.
  • Poner símbolos relacionados con el sacramento de la reconciliación: lugar de confesión visible, horario de confesiones, carteles motivadores.
  • Recuperar el acompañamiento individual. Ejercicios espirituales individuales.

2º LA MISERICORDIA EN LA PASTORAL PARROQUIAL:

OBJETIVO: Practicar la acogida y la escucha en la Parroquia.

ACCIONES:

  • Actitud de apertura, acogida, comprensión y paciencia hacia los demás.
  • Presentar lecturas y materiales escritos sobre la misericordia.
  • Revitalizar la participación en la Comunidad.

3º LA MISERICORDIA EN LAS PERIFERIAS, LA POBREZA:

OBJETIVO: Abrir nuestras puertas a todas las personas necesitadas.

ACCIONES:

  • Implicación de los jóvenes, llegan a más sectores sociales que nosotros. Hacer que se sientan importantes.
  •  Implementar Consejo de Cáritas en las parroquias, y dar a conocer las acciones llevadas a cabo por Manos Unidas y Cáritas. Testimonio de las personas.
  • Implicar a la Cofradías y los movimientos en acciones de misericordia.

4º LA FAMILIA, ESPACIO DE MISERICORDIA:

OBJETIVO: Construir la familia como espacio de misericordia.

ACCIONES:

  • Designar un matrimonio para la Delegación de Pastoral Familiar.
  • Pensar en cada parroquia cómo dar protagonismo a cada familia. Cómo dar cauce de participación. Mayor responsabilidad a los seglares, a las familias.  Una parroquia abierta. Apertura a la corresponsabilidad.
  • Convocar encuentros creativos de familias, con actividades para todos los miembros de las mismas.

 

 

PLAN DIOCESANO DE PASTORAL 2012-15

(YA FINIQUITADO, LO MANTENDREMOS EN LA WEB HASTA LA APROBACIÓN DEL SIGUIENTE PLAN 2016-2021)

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“ALEGRÍA DE CREER,
ESTUSIAMO DE COMUNICAR LA FE”


DIÓCESIS DE JACA


INDICE

PRESENTACIÓN. NUESTRO OBISPO D. JULIÁN RUIZ MARTORELL

PROGRAMACIÓN PASTORAL

1. Constatamos con alegría las “luces”
2. Y, junto con las luces, también experimentamos “sombras”
3. Y, al constatar esas luces y sombras, nos planteamos desafíos
4. Y también nos planteamos propuestas

Nos proponemos este plan pastoral:

A.- La identidad: creo – creemos. Para crecer en la fe
B. La plenitud de la vida cristiana: celebrar la fe
C. La misión – evangelizar: vivir y anunciar. Compromiso cristiano


PRESENTACIÓN.

NUESTRO OBISPO, D. JULIÁN RUIZ MARTORELL



San Pablo afirma en la Carta a los Romanos: “la esperanza no defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que se nos ha dado” (Rom 5,5).

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Con esperanza hemos realizado juntos un camino de oración, de revisión y planificación. Hemos trabajado los cuestionarios para confeccionar, entre todos, un Plan Pastoral para el trienio 2012-2015.
La planificación pastoral se viene realizando desde hace muchos años. Y vivimos con entusiasmo este nuevo período en que nos sentimos agraciados y agradecidos. Agraciados con la presencia del Espíritu Santo, agente principal de la nueva evangelización. Agradecidos porque nuestros corazones reciben el don del Espíritu como regalo y plenitud.

1. En la Carta Apostólica “Porta fidei”, con la que se convoca el Año de la Fe, nos dice Benedicto XVI: “"La puerta de la fe" (cf Hch 14,27), que introduce en la vida de comunión con Dios y permite la entrada en su Iglesia, está siempre abierta para nosotros. Se cruza este umbral cuando la Palabra de Dios se anuncia y el corazón se deja plasmar por la gracia que transforma” (nº 1).

Sigue diciendo en Santo Padre: “el Año de la fe es una invitación a una auténtica y renovada conversión al Señor, único salvador del mundo” (nº 6). Y nos anima: “también hoy es necesario un compromiso eclesial más convencido en favor de una nueva evangelización para redescubrir la alegría de creer y volver a encontrar el entusiasmo de comunicar la fe” (nº 7).

2. La Congregación para la Doctrina de la Fe ha publicado una “Nota con indicaciones pastorales para el Año de la fe” (6-enero-2011) en la que indica:

“Con la Carta apostólica Porta fidei, del 11 de octubre de 2011, el Santo Padre Benedicto XVI ha proclamado un Año de la fe, que comenzará el 11 de octubre de 2012, en el quincuagésimo aniversario de la apertura del Concilio Ecuménico Vaticano II, y concluirá el 24 de noviembre de 2013, Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo”.

“Ese año será una ocasión propicia para que todos los fieles comprendan con mayor profundidad que el fundamento de la fe cristiana es "el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva". Fundada en el encuentro con Jesucristo resucitado, la fe podrá ser redescubierta integralmente y en todo su esplendor. "También en nuestros días la fe es un don que hay que volver a descubrir, cultivar y testimoniar"”.

“El comienzo del Año de la fe coincide con el recuerdo agradecido de dos grandes eventos que han marcado el rostro de la Iglesia de nuestros días: los cincuenta años pasados desde la apertura del Concilio Vaticano II por voluntad del Beato Juan XXIII (1 de octubre de 1962) y los veinte años desde la promulgación del Catecismo de la Iglesia Católica, legado a la Iglesia por el Beato Juan Pablo II (11 de octubre de 1992)”.

“El Año de la fe desea contribuir a una renovada conversión al Señor Jesús y al redescubrimiento de la fe, de modo que todos los miembros de la Iglesia sean para el mundo actual testigos gozosos y convincentes del Señor resucitado, capaces de señalar la "puerta de la fe" a tantos que están en búsqueda de la verdad”.

“Todos los fieles, llamados a reavivar el don de la fe, tratarán de comunicar su propia experiencia de fe y caridad, dialogando con sus hermanos y hermanas, incluso de otras confesiones cristianas, sin dejar de lado a los creyentes de otras religiones y a los que no creen o son indiferentes. Así se espera que todo el pueblo cristiano comience una especie de misión entre las personas con quienes viven y trabajan, conscientes de haber "recibido la buena nueva de la salvación para comunicarla a todos"”.

3. En el “Plan Pastoral 2012-2015” de la Conferencia Episcopal Española se afirma:

“Desde hace unos años padecemos en Occidente -y de modo particular en España- las consecuencias del fenómeno que designamos genéricamente como "crisis económico-financiera". En realidad, el origen de este fenómeno y sus consecuencias traspasan la frontera de lo estrictamente "económico" y afectan, de manera dramática en muchos casos, a las personas en todas las facetas de su vida. Ciertamente, no nos corresponde a nosotros, como pastores de la Iglesia, analizar la crisis en su vertiente económica o política, pero sí reconocemos como responsabilidad propia iluminar desde el Evangelio esta situación, ayudando a discernir sus causas morales y culturales más profundas, y ofreciendo palabras y, sobre todo, hechos que lleven el consuelo de Dios a quienes padecen sus efectos. Los obispos agradecen el ejercicio de la caridad en la comunicación cristiana de bienes con los parados y las familias víctimas de la crisis, en particular, a través de Cáritas. "Cada época tiene sus problemas, pero Dios da en cada tiempo la gracia oportuna para asumirlos y superarlos con amor y realismo"” (CEE, Plan Pastoral 2011-2015, 16).

4. El “Instrumentum laboris” de la XIII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos sobre “La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana” recuerda: “El renovado dinamismo de las comunidades cristianas dará un nuevo impulso también a la actividad misionera (misio ad gentes), urgente hoy más que nunca, considerando el alto número de personas que no conocen a Jesucristo, no sólo en tierras lejanas, sino también en los Países de antigua evangelización”.

“Dejándose vivificar por el Espíritu Santo, los cristianos serán luego sensibles a tantos hermanos y hermanas que, no obstante haber sido bautizados, se han alejado de la Iglesia y de la praxis cristiana. A ellos, en modo particular, desean dirigirse con la nueva evangelización para que descubran la belleza de la fe cristiana y la alegría del encuentro personal con el Señor, en la Iglesia, comunidad de los fieles” (Prefacio).

En este contexto eclesial encomendamos el Plan Diocesano de Pastoral a la intercesión de la Virgen María, y le rogamos: “Santa María, Madre de Dios, Madre nuestra, enséñanos a creer, esperar y amar contigo. (...) Estrella del mar, brilla sobre nosotros y guíanos en nuestro camino” (Spe salvi, 50).

+ Julián Ruiz Martorell
Obispo de Huesca y de Jaca

 


PROGRAMACIÓN PASTORAL

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“El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones
por el Espíritu Santo que se nos ha dado” (Rom 5,5)

Referentes de la Programación Pastoral:

+ El Año de la Fe.
+ El Concilio Vaticano II.
+ El Catecismo de la Iglesia Católica, y el Compendio.
+ La programación pastoral de la Conferencia Episcopal Española.
+ El Sínodo de los Obispos sobre “La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana”.

1. Constatamos con alegría las “luces”

“La esperanza no defrauda” (Rom 5,5)

La Diócesis

Pertenecemos a una Diócesis en las que está presente y actúa la Iglesia Universal. Una Iglesia comunión con Cristo y con el Padre en el Espíritu Santo. Nuestra Iglesia diocesana profesa la fe que es una gran luz. El Evangelio sigue siendo hoy Buena Noticia: existe amistad, acogida, oportunidad y lugar donde descubrir a Dios y darlo a conocer.

Reconocemos y valoramos el don que supone para nuestra Diócesis la presencia y la actividad de las personas consagradas.

Ha crecido la conciencia de que todos los bautizados formamos la Iglesia, así como la conciencia de ser Diócesis, Arciprestazgo, Parroquia. Disponemos de medios para formarnos y ser mejores evangelizadores: la lectura creyente de la Palabra de Dios, la Escuela de teología, los Grupos de oración y de Biblia. Sabemos que el Concilio Vaticano II y el Catecismo de la Iglesia Católica son un don y estamos comprometidos en su relectura.

Las casas de oración (parroquias, monasterios, conventos...) reúnen a gente para el silencio y la oración. En los últimos años, empiezan a resurgir más vocaciones sacerdotales, aunque sean de otros países; así constatamos que la Iglesia es universal. La religiosidad popular tiene un gran arraigo en nuestras comunidades.

Las Parroquias

Nuestras Parroquias tienen personas con ilusión y ganas de comprometerse, y están abiertas a la sociedad. Valoramos la acción caritativa que realiza la Iglesia: Cáritas, Manos Unidas, Conferencias de San Vicente de Paúl... Hay sensibilidad en la acción social y caritativa; nos ocupa la atención a los inmigrantes. Nos esforzamos en la atención a los peregrinos a Santiago.

La Nueva Evangelización

Somos conscientes de la necesidad entre nosotros de la Nueva Evangelización. Notamos, con alegría, que muchas personas viven un camino de retorno, de reencuentro. Nos alegra que, ante la secularización y ataques a la Iglesia, surgen movimientos que responden en estas situaciones; un motivo de esperanza. Con toda la Iglesia, buscamos la unión de los cristianos. Disponemos de medios de comunicación al servicio del anuncio, como la Hoja Parroquial “Iglesia en Jaca”.

Comprometidos

Defendemos el derecho a la vida. Valoramos la viva conciencia de libertad personal; el sacrificio, preocupación e interés de los padres por sacar adelante a la familia; la ayuda entre los vecinos; la gente que entrega su tiempo y su vida para ayudar a los demás superando cualquier diferencia; la sensibilidad para las necesidades personales y sociales, y la disposición para ayudar y solidarizarse. Recordamos a la Cruz Roja y a otras Organizaciones No Gubernamentales. Nos alegran los jóvenes que participan, ayudan y colaboran en distintos aspectos sociales.

La crisis en la que está nuestra sociedad puede ayudarnos a llevar una vida más ordenada, sin aparentar, a buscar una nueva búsqueda de valores. Y allí la Iglesia quiere aportar paz, esperanza, ayuda, Evangelio.

La cultura

Nuestra Diócesis dispone de un gran patrimonio religioso que ofrecemos a todos como una de nuestras mejores aportaciones.

Somos una comunidad amante de la cultura, el deporte y la naturaleza.

2. Y, junto con las luces, también experimentamos “sombras”

“Convertíos a mí de todo corazón” (Jl 2,12)

En la Diócesis, Arciprestazgos y Parroquias

La dispersión y complejidad geográfica de la Diócesis es grande; muchos pueblos se han quedado con poca gente. Los sacerdotes van teniendo más años y sentimos la escasez de vocaciones. En muchas familias no se vive la fe que se profesa; hay padres de catequizandos que no acompañan a sus hijos en la educación en la fe.

Falta una mayor implicación de los laicos. La pastoral en el Arciprestazgo ha de ir creciendo en corresponsabilidad. Hacemos poca defensa de nuestra fe; parece que actuamos con complejo.

Se necesita catequesis para personalizar la fe, formación para saber dar razón de la fe en los ambientes y para el desempeño de los diferentes servicios eclesiales.

No siempre se viven las celebraciones sacramentales con la intensidad que merecen. Notamos un cierto desánimo en algunos cristianos practicantes; y nos duele que no haya una mayor participación de la juventud en la vida y práctica religiosa.

Hemos de atender mejor la pastoral vocacional, el Seminario, y el acompañamiento a los seminaristas.

Desciende en algunas zonas la inscripción en la clase de Religión.

En la Nueva Evangelización

Nos falta espíritu misionero, se echa de menos el anuncio explícito de la Palabra de Dios, y una pastoral de los alejados más viva. Tal vez nos falta creatividad en métodos y medios nuevos de evangelización. La pastoral de inmigrantes no tiene el acompañamiento y la dedicación que merecería.

En el compromiso

Notamos en el ambiente social, del que formamos parte, debilitamiento de los valores morales, dificultad en la transmisión de los mismos, una concepción equivocada de la libertad personal que tiende al relativismo; tendencia al individualismo; una pluralidad de valores, a veces, alejados de los propuestos en el evangelio; el modelo de familia no siempre es protegido; algunas dosis de laicismo, secularismo y relativismo; una indiferencia ante lo religioso. Los escándalos de gente de Iglesia han hecho daño.

En la cultura

No tenemos suficientes medios para cuidar todo el patrimonio religioso, si bien hacemos todo lo que podemos.

3. Y, al constatar esas luces y sombras, nos planteamos desafíos

“Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación” (Mc 16,15)

Jesucristo en el centro

Poner en el centro de la evangelización a Jesucristo. Ayudar a redescubrir a Cristo a muchos bautizados necesitados de una nueva evangelización, para que revitalicen su adhesión al Señor.

La Diócesis servidora

Vivir como Iglesia una experiencia auténtica de Cristo: ser discípulos, empaparnos de la Palabra de Dios y saberla trasmitir; dar testimonio. Educar todas las dimensiones del ser cristiano y hacerlo en esta sociedad con los rasgos positivos o negativos que tiene.

Realizar, como Diócesis, gestos, signos de comunión, que expresen nuestra fe ante todos (reuniones, concentraciones, adoraciones, oraciones...).

Primar la formación, que ha de planificarse y después ser fiel; siempre necesitamos volver al Concilio Vaticano II, a la Exhortación Apostólica Evangelii Nuntiandi, al Catecismo de la Iglesia Católica...

Retomar la reflexión sobre las Unidades de Pastoral para aunar medios y simplificar estructuras entre parroquias cercanas, orientando el papel de cada agente de pastoral.

Las Parroquias vivas

Trabajar en las Parroquias distintos aspectos: los Consejos parroquiales y económicos como forma de corresponsabilidad y participación; cuidar lo que funciona, acoger a los que buscan a Dios o regresan; trabajar el sentido comunitario; ser comunidades samaritanas y servidoras de todos, mejorando la calidad de vida de los colectivos más desfavorecidos; dando una respuesta adecuada a las urgencias que plantea hoy la realidad de la pobreza y de la crisis. Estar cercanos a los enfermos.

Despertar y reavivar la fe de los jóvenes llegando a ellos con la novedad que aporta el Evangelio; facilitando el acompañamiento personal y grupal.

La comunión entre todos

Continuar entre los sacerdotes con los espacios de encuentro (la comunión es fundamental) y de formación, en línea de la nueva evangelización. Crear un clima de comunión en el trabajo pastoral entre sacerdotes, consagrados y laicos. Preparar a seglares que asuman responsabilidades en la pastoral parroquial.

Impulsar la realidad del Seminario, la dinámica vocacional, el encuentro entre sacerdotes y seminaristas, la presencia de los seminaristas en arciprestazgos y parroquias.

Continuar el camino ecuménico entre nosotros en la línea que indica el Vaticano II y el Magisterio posterior.

La caridad viva

Comprometerse en los ambientes en los cuales estamos implicados (laboral, social, lúdico, económico…).

Dejar que nos urja la caridad evangélica; nos ocupa la atención a los pobres y necesitados. Queremos que la sociedad no sólo valore a Cáritas y Manos Unidas, cada una con su carácter propio, por su valor social en lo material, sino que sepa ver y sentir la fraternidad de la Iglesia Católica aquí y en todo el mundo, especialmente el llamado Tercer Mundo. Se ha de seguir sensibilizando a la sociedad para que colabore y ayude, sin olvidar la denuncia de las injusticias. La formación de los voluntarios de Cáritas ha de continuar. Afrontar, en concreto, y dar una respuesta a las situaciones que nos planea la realidad, como las crisis.

4. Y también nos planteamos propuestas

“Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo que va a venir sobre vosotros y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaría y hasta el confín de la tierra” (Hch 1,8)

Evangelizar

Vivir y anunciar el Evangelio aquí y ahora: fortalecer la fe de los practicantes en las comunidades parroquiales; “iniciar” a los catecúmenos; reiniciar en la fe a los no practicantes; proponer la fe a los no creyentes. Ofrecer espacios de crecimiento en la fe y de participación en la Iglesia a los laicos, sean niños, jóvenes o adultos, e impulsar el acercamiento a los creyentes no practicantes, generando confianza en la Iglesia como camino de salvación.

Vivir en comunidad

Reflexionar sobre el fundamento de los ministerios y carismas dentro de nuestra Iglesia local y diocesana. Contar con la Acción Católica y otros movimientos eclesiales, las cofradías, los grupos parroquiales, etc, acompañándoles espiritual y doctrinalmente.

Trabajar conjuntamente en el Arciprestazgo. Valorar la fe vivida en comunidades pequeñas, comprometidas y acompañada de obras. Valorar el trabajo sencillo y los procesos grupales, aunque sean pequeños. Fomentar las Unidades de Pastoral; pueden ser animadoras de la Diócesis.

Con formación y educación en la fe

Fomentar la formación del clero y de los laicos implicados en la pastoral. Ofrecer cursillos de pastoral familiar. Facilitar formación para afrontar desafíos concretos.

Estudiar y replantear los criterios de la catequesis pre-sacramental. Continuar con las reuniones de catequistas de los diferentes grupos. Programar encuentros con padres de niños y jóvenes de catequesis o de clase de religión. Catequizar la religiosidad popular, cofradías, funerales, fiestas. Cuidar la pastoral juvenil: objetivos, animadores, convocatorias, medios...; posibilitar espacios de encuentro; con creatividad, atendiendo sus aspiraciones más profundas; con enfoque vocacional.

Celebrando la fe

Ayudar a valorar los Sacramentos, la adoración al Santísimo, la Liturgia de las Horas.

Celebrar en las Parroquias el día de la familia.

Siendo caridad

Impulsar la caridad. Cáritas y Manos Unidas tienen una gran tarea. Hay que impulsar la colaboración de muchos (también de jóvenes), la formación de voluntarios, en este momento también la distribución de alimentos. No olvidar el mundo obrero ante la crisis laboral, también los transeúntes, los inmigrantes.

Cuidar la pastoral en los medios de comunicación.

Llegar a diferentes núcleos sociales mediante actividades de ocio, culturales, deportivas: campamentos, competiciones…

Y, por todo lo dicho, nos proponemos este plan pastoral:

A.- LA IDENTIDAD: CREO – CREEMOS. PARA CRECER EN LA FE

“Creo, pero ayuda mi falta de fe” (Mc 9,24)

OBJETIVOS Y LÍNEAS DE ACCIÓN

1. Formación

+ Ofrecer medios de formación en la fe (cursos de teología, formación litúrgica, bíblica, talleres de oración, lectura y explicación del Catecismo, doctrina social...).

+ Centrar la formación permanente del clero en los documentos del Concilio Vaticano II y el Catecismo de la Iglesia Católica.

Fomentar la catequesis en la religiosidad popular.

Formar en los puntos en que son discutidas la fe y moral cristianas.

Facilitar formación específica para catequistas, profesores de religión...

Disponer de una formación litúrgica organizada.

2. Acentos en el Año de la fe

Promover iniciativas para ayudar a los fieles a redescubrir el don de la fe bautismal y la responsabilidad de su testimonio.

Cuidar la pastoral familiar y comprometer a la familia en la educación en la fe, siendo un medio la difusión y distribución, con ocasión de encuentros, celebraciones..., del Catecismo de la Iglesia Católica y otros subsidios aptos para las familias.

Organizar una jornada sobre el Catecismo de la Iglesia Católica, invitando a tomar parte en ella sobre todo a sacerdotes, personas consagradas y catequistas.

Verificar la recepción del Concilio Vaticano II y del Catecismo de la Iglesia Católica en la vida y misión de nuestra diócesis especialmente en el ámbito catequístico.

Organizar una jornadas de estudio sobre el diálogo renovado y creativo etre fe y razón, que muestren “cómo entre la fe y la verdadera ciencia no puede haber conflicto alguno, porque ambas, aunque por caminos distintos, tienden a la verdad”.

Promover un encuentro con personas que “aun no reconociendo en ellos el don de la fe, buscan con sinceridad el sentido último y la verdad definitiva de su existencia y del mundo”, inspirándose también en los diálogos del Patio de los Gentiles.

Fomentar el aprecio por nuestro patrimonio artístico, en un mundo contemporáneo tan sensible a la relación entre fe y arte.

Al final de este año, en la Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo, unirnos en las Eucaristías a la celebrada por el Santo Padre, en la que se renovará solemnemente la profesión de fe.

3. Comunidad

Favorecer los movimientos apostólicos y grupos para compartir la fe.
Proponer las diferentes vocaciones: matrimonio cristiano, vida consagrada, sacerdocio...
Valorar la vida consagrada como testimonio de seguimiento de Jesucristo.
Celebrar un encuentro diocesano de laicos.
Crear o potenciar los Consejos Pastorales, Económicos o de Cáritas en las parroquias.
Crear el Consejo de Pastoral Arciprestal.
Invitar a los nuevos matrimonios a las actividades de la parroquia.

4. Catequesis

Aunar criterios sobre catequesis en la Diócesis.
Fomentar las catequesis de adultos y la familiar.
Mejorar la catequesis, también en metodología.
* Divulgación del catecismo “Testigos del Señor”.
Pasar de catequesis pre-sacramental a catequesis como proceso de fe.
Realizar una catequesis sobre la Eucaristía que se celebra.
Ofrecer un curso para monaguillos.

5. Pastoral juvenil y vocacional

Promover una pastoral juvenil específica.

Animar y preparar la participación de jóvenes en la próxima Jornada Mundial de la Juventud de Río de Janeiro, en julio de 2013, ocasión privilegiada para experimentar el gozo que proviene de la fe en el Señor Jesús y de la comunión con el Santo Padre, en la gran familia de la Iglesia.

Realizar un encuentro diocesano de confirmandos.

Trabajar más por la Pastoral vocacional.

6. Diferentes testimonios

Animar el testimonio de los santos y de grandes testigos de la fe; en concreto: *Divulgar la figura de San Juan de Ávila, nuevo doctor, como modelo para todos los creyentes, especialmente para los sacerdotes y para los candidatos al sacerdocio. *Promover la pastoral de la santidad con ocasión del V centenario del nacimiento de santa Teresa de Jesús.

Difundir el cine religioso: semanas de cine espiritual y de valores.

Buscar un lenguaje significativo para el hombre de hoy.

B. LA PLENITUD DE LA VIDA CRISTIANA: CELEBRAR LA FE

“Y perseveraban en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en la fracción del pan y en las oraciones” (Hch 2,42)

OBJETIVOS Y LÍNEAS DE ACCIÓN

Oración

Fomentar la oración en familia. Crear grupos de oración y lectura creyente de la Biblia en parroquias, entre parroquias, en el arciprestazgo. Iniciar a los niños y jóvenes en una vida de piedad. Seguir fomentando la oración vocacional. Animar Vida Ascendente y el Apostolado de la oración.

Religiosidad popular

+ Acento en el Año de la fe: Invitar a los fieles a dirigirse, con particular devoción a María, imagen de la Iglesia, que “reúne en sí y refleja en cierto modo las supremas verdades de la fe” (LG 65). Por lo tanto, se debe alentar toda iniciativa que ayude a reconocer el papel especial de María en el misterio de la salvación, a amarla filialmente y a imitar su fe y virtud. Para ello será muy conveniente organizar peregrinaciones, celebraciones y reuniones en los principales Santuarios.

Cuidar y valorar las expresiones de religiosidad popular, las fiestas patronales, las romerías, las cofradías, hermandades, asociaciones.

Liturgia

Facilitar la participación de los fieles en la preparación y vivencia de la liturgia. Tener los mismos criterios de celebración sacramental para toda la Diócesis.

Crear equipos de liturgia formados por sacerdotes y seglares que faciliten la participación en las distintas celebraciones: lecturas, cantos...

+ Acento en el Año de la fe: “Intensificar la celebración de la fe en la liturgia, y de modo particular en la Eucaristía, que es «la cumbre a la que tiende la acción de la Iglesia y también la fuente de donde mana toda su fuerza»” (PF 9; SC 10).

Dar un mayor impulso, preparar y celebrar bien, con la dignidad que se merece, la Eucaristía de cada día y la dominical y festiva, “centro de la vida cristiana”, fuente de fe, esperanza y caridad. Estudiar en cada zona el número de celebraciones eucarísticas; estudiar, también, si conviene se tenga en cuenta a unos fieles concretos, como pueden ser los catequizandos. Impulsar la Adoración Eucarística y la Liturgia de las Horas.

+ Organizar, especialmente en el Año de la fe, celebraciones penitenciales, particularmente durante la cuaresma, en las cuales se ponga un énfasis especial en pedir perdón a Dios por los pecados contra la fe. Este año será también un tiempo favorable para acercarse con mayor fe y frecuencia al sacramento de la Penitencia. Facilitar el sacramento de la Penitencia.

Facilitar la integración de los inmigrantes en las celebraciones litúrgicas.

4. Ministerios

Estudiar los ministerios de acólito, lector, y el diaconado permanente, entre nosotros.

Designar donde sea necesario los Ministros Extraordinarios de la Eucaristía, y hacer posibles las celebraciones en espera del presbítero.

C. LA MISIÓN – EVANGELIZAR: VIVIR Y ANUNCIAR. COMPROMISO CRISTIANO

“Llamó a los Doce y los fue enviando de dos en dos” (Mc 6,7)

OBJETIVOS Y LÍNEAS DE ACCIÓN

1. Evangelizar

Promover la Nueva Evangelización, con alegría y esperanza. Ser creativos al presentar el Evangelio, valorando el testimonio. Potenciar el espíritu misionero de cada cristiano. Dialogar con los que se han apartado de la fe. Abrir nuestras comunidades a los no practicantes. Estar presentes como católicos en la vida pública.

Missio ad gentes

Seguir implicados en la tarea evangelizadora de la Iglesia universal y, de una forma concreta a la misión ad gentes secundando, por ejemplo, las iniciativas de las Obras Misionales Pontificias.

Mantener la unión con los misioneros de la Diócesis en el Tercer Mundo.

Pastoral familiar

Defender y fomentar la institución familiar y el valor de toda vida.

Dar a conocer el Centro de Orientación Familiar Interdiocesano.

Programar cursillos prematrimoniales.

Acción caritativo - socialMostrar cercanía con los necesitados como parte esencial de nuestra vivencia.

Potenciar la relación y compartir entre comunidades (parroquial, arciprestal, diocesana), reuniones, oración, objetivos.

Promover CARITAS; atención de cercanía y respeto a los que acuden. Que sea fruto de la vivencia cristiana; no sólo una labor social. Cercanía con los inmigrantes; aceptarles en nuestros ambientes; convivencias con ellos para compartir y crear lazos de amistad.

Cercanía con el dolor y la enfermedad; acompañamiento a los enfermos; ofrecer y administrar los sacramentos cuando lo deseen. Estar atentos a otros tipos de sufrimiento: rupturas familiares, marginación…

Financiación

Comprometerse todos (Parroquias, Arciprestazgos, Delegaciones...) en la financiación de la Iglesia Diocesana, secundando los criterios diocesanos.

Medios de comunicación social

Cuidar y mejorar nuestros propios medios de comunicación.

Aumentar nuestra presencia en los medios de comunicación social.

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