A los niños de catequesis al comenzar el curso (25-9-2016)

A LOS NIÑOS DE CATEQUESIS AL COMENZAR EL CURSO

      Queridos niños:        

      ¡Cómo habéis disfrutado durante las vacaciones!      

      Durante el verano se han escuchado vuestras voces por las calles y las plazas. Vuestras bicicletas han dado vida a los pueblos de vuestros abuelos. Habéis hecho mucho deporte y, de vez en cuando, habéis leído alguna página en un libro o en un cuaderno de actividades.      

      Habéis tenido tiempo hasta para aburriros un poco y desear volver al colegio para ver a vuestros amigos, conocer a nuevos profesores, aprender con libros nuevos y estrenar ropa, porque en estos meses habéis dado un estirón y ya no os sirve lo que usabais al principio del verano. Y hasta lleváis zapatillas con números más grandes.      

      Ahora comienza la catequesis. ¡Qué nervios los que estáis en el primer año! Los que ya veníais el año pasado ya sabéis muchas cosas, que ahora conviene recordar, y estáis acostumbrados a participar, a escuchar en silencio, a responder cuando se os pide una opinión y a compartir experiencias. Porque os gusta hablar de todo, y contáis lo que os ha pasado en casa, en el cole, en el equipo de deporte, en el grupo de música, de inglés, de jota o en las demás actividades extraescolares.      

      Un niño me decía hace unos meses: “¿Por qué se llama Primera Comunión si no hay segunda?”. ¿Qué os parece? ¿Tenía razón el niño cuando decía que no hay “segunda comunión”?      

       Es verdad que después de la Primera Comunión ya no tenemos cerca a tantas personas que nos acompañan en un día muy especial. Pero hay una segunda, y una tercera, y miles y miles de comuniones. Podemos comulgar cada domingo, e incluso cada día, si estamos preparados y seguimos siendo amigos de Jesús.      

      Ha llegado el momento de prepararos bien, de prestar mucha atención, de disfrutar en la catequesis, de hacer buenos amigos, de conocer más y mejor a Jesús.      

       Sé que os gusta escuchar las palabras de Jesús, que os encantan sus parábolas, que os asombran sus milagros, que conocéis una serie de nombres de discípulos, de personajes que aparecen en los evangelios, nombres de ciudades, montañas y ríos.      

       Sé que os gusta colorear las fichas y responder a las preguntas. Ya sabéis pensar sin ayuda de los mayores y, aunque seguís necesitando consejo, vuestra cabeza funciona con velocidad, vuestras manos escriben con facilidad y vuestros pies se mueven sin cesar. Y, poco a poco, vais leyendo sin equivocaros y sin miedo a leer en voz alta.      

       ¡Cuánto podemos aprender en la catequesis! Y, sobre todo, hay que acordarse de darlas gracias a los catequistas, porque son muy generosos, tienen mucha paciencia, saben muchas cosas y tienen un corazón muy grande.      

         Deseo que tengáis un estupendo año de catequesis.  Jesús quiere ser vuestro amigo. Yo también os quiero.  

         Espero veros pronto, en la parroquia, en el cole o por la calle.    

         ¡Un saludo!

+Julián Ruiz Martorell, obispo de Jaca y de Huesca