Comentario al evangelio. Domingo de Ramos, ciclo C.

Perseverar con el Señor

Las últimas horas de una vida que cambió el mundo

     Es domingo de Ramos, en este inicio de la semana más solemne del año para los cristianos escuchamos el relato íntegro de la Pasión, las últimas horas de la vida del señor Jesús que cambiaron el mundo y nuestra historia. Es un texto largo sí, pero lleno de vida. Cada escena, cada cuadro, cada diálogo, cada respuesta merecerían un comentario por sí mismas y merecerían sobre todo nuestra contemplación.

     Este podría ser un recorrido de las escenas de la Pasión: en el cenáculo, Jesús instituye la eucaristía y les habla a los suyos de la importancia del servicio, éstos no captan la gravedad del momento y se enzarzan en sus cosas humanas. Luego van a Getsemaní a orar. Reacción de los discípulos: se durmieron. En este momento empieza otra escena negativa: Judas llega para cumplir su traición. Jesús afirma que la hora de las tinieblas es eso, una hora: que va a ser muy intensa y muy cruel pero que pasará, que esa hora no se transformará en eternidad. A continuación, viene la escena de las negaciones de Pedro. Las lágrimas del apóstol nos hablan de un corazón sincero y arrepentido.

     A continuación el Señor será sometido a burlas, insultos, interrogatorios humillantes, acusaciones falsas. Todos ellos: sumos sacerdotes, Pilatos, Herodes… forman parte de los hijos de las tinieblas.  Rechazan la Luz, quieren acabar con ella. Una vez pronunciada la sentencia de muerte por Pilato se inicia el camino hacia el Calvario. A los insultos y burlas que Jesús recibe ya en la cruz, él responde perdonando, Jesús no quiere generar más odio, sino perdón. La muerte de Jesús en la cruz es respondida con un silencio lleno de dolor, solo roto por un militar romano que hace una verdadera confesión de fe. El evangelio acaba con el judío José de Arimatea, que depositará el cuerpo de Jesús en un sepulcro nuevo.

¿Qué escena meditar?

      Cada uno debe elegir en qué escena detenerse, rezar con ella, contemplar a Jesús. Personalmente he hecho mi elección que comparto con humildad. Al inicio del relato, en el cenáculo, Jesús dirige a los suyos unas palabras hermosas: “Vosotros sois los que habéis perseverado conmigo en mis pruebas”. Suena a despedida, llena de cariño, pero suena también a confianza del  Señor en los suyos. Sí, sabemos que luego le fallarían, le abandonarían… pero volvieron, regresaron hasta Jesús, y luego entregaron su vida por él. Perseveraron en la prueba de la vida, en la prueba de la fe y resultaron victoriosos.

Rubén Ruiz Silleras

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