Comentario al evangelio. Domingo 31º Ordinario, ciclo C.

1.- GESTOS DE JESUS A ZAQUEO.
       1. Jesús le mira. Antes de que Zaqueo mirara a Jesús, Zaqueo se sintió mirado… Y, como dice San Juan de la Cruz, “el mirar de Dios es amar”. Se sintió amado por Jesús antes de que Zaqueo lo viera. Jesús siempre nos sorprende y nos lleva la delantera. Pero el más sorprendido fue Zaqueo. Cuando nadie le quería ver, Jesús le miró con cariño
       2. Le llamó por su nombre: Zaqueo baja. Qué impresión le debió de dar. Hacía mucho tiempo que nadie le llamaba por su nombre. Le decían de todo: ladrón, corrupto, sinvergüenza, malvado… Para Jesús ese hombre tiene un nombre: Zaqueo. Y, al llamarlo por su nombre, le restituye su dignidad.
       3. Se invitó a comer en su casa. Hoy debo hospedarme en tu casa. El invitar a uno a comer era signo de amistad, pero el invitarse a comer, sólo se hacía cuando había una enorme amistad. Zaqueo bajó loco de alegría…Notemos que Jesús, al invitarse a comer, sabía que se exponía a las críticas de los fariseos que tenían prohibido comer en casa de pecadores. Perdía su prestigio de profeta, pero se ganaba a una persona. 
Notemos que Jesús no le ha dicho nada de su situación: no le ha echado en cara su pecado, no le ha exigido como condición devolver el dinero robado.  Simplemente se ha dedicado a amarle y darle toda su confianza… Lo demás vendrá solo.

2.- RESPUESTA DE ZAQUEO A LOS GESTOS DE JESÚS.
      1. Se pone en pie. Hacía mucho tiempo que iba encorvado, con la cabeza baja, se sentía una piltrafa de hombre. Se levanta el hombre con sus derechos, su dignidad, sus posibilidades de ser persona. Jesús siempre levanta, dignifica, rehabilita, nos hace ir por la vida con la cabeza alta, vivir sin complejos. El, el “amigo de la vida” quiere que vivamos en plenitud. Jesús es ese que, al hacerme libre, me hace disfrutar de todo.
      2. La mitad de lo que tengo lo doy a los pobres. Y doy cuatro veces más de lo que he defraudado. Se ha dicho que, cuando Dios entra por la puerta, los dineros salen por la ventana. Zaqueo no podía desprenderse del dinero antes de conocer a Jesús como la suprema riqueza de su vida.
      3. Se sintió feliz. Lo contrario del joven rico. Con Jesús había descubierto que la riqueza no da la felicidad. La felicidad no está fuera de nosotros sino dentro del corazón. No hay mayor riqueza que un corazón lleno de Dios. Hay que insistir en que Jesús nos trae la verdadera alegría, pero no sólo para el otro mundo sino también para éste. “Nadie tan feliz como un cristiano auténtico” (Pascal).

3.- HOY HA LLEGADO LA SALVACIÓN A ESTA CASA.
      La salvación es la salud total, de alma y cuerpo. El Hijo del hombre ha venido a buscar lo que se daba por perdido. Jesús no da nunca nada por perdido. A lo largo de la vida vamos perdiendo fuerzas, alegría, ilusión por vivir. En Jesús todo lo podemos recuperar. Y, sobre todo, podemos recuperar a las personas que creíamos perdidas. Los padres: nunca deben dar a ningún hijo por perdido. No cortar el diálogo con ellos. Los maestros: No deben decir: con este alumno no se puede hacer nada… Los sacerdotes: No dar por perdidos a los feligreses que no vienen a Misa. A ninguna persona, sea de la religión que sea, del partido político que sea, de la Nación que sea, se le puede negar el derecho de ser hijo amado de Dios.

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