25 DE MARZO: JORNADA POR LA VIDA.

La Conferencia Episcopal Española ha presentado la Campaña por la Vida 2011 que tiene como lema “Siempre hay una razón para vivir”. Como viene siendo habitual en los últimos años, la Jornada por la Vida se celebrará el 25 de marzo, festividad de la Encarnación del Señor.


La Nota que los Obispos de la Subcomisión Episcopal de Familia y Vida han hecho pública resume lo que se pretende con la Campaña: “La vida de cada ser humano es sagrada (…) es un bien y cuidar la vida un deber. Sin embargo, existe en la actualidad una oscuridad que lleva a no apreciar la grandeza y belleza de cada vida humana amada eternamente por Dios (…) esta oscuridad sobre el origen sagrado y la dignidad absoluta de la vida humana se extiende a otros momentos de la existencia de las personas en los que se muestra y experimenta la fragilidad. Son muchos los que no descubren que la vida es un bien cuando viene acompañada por enfermedades graves, minusvalías psíquicas o físicas, momentos de pobreza, de soledad, de la debilidad que acompaña el paso de los años o en el momento del ocaso de la propia vida (…) Cuando la sociedad no sabe dar sentido al dolor o a la fragilidad humana y abandona a las personas a su soledad, los miembros de la Iglesia nos sentimos urgidos para responder con el amor de Cristo y engendrar esperanza en personas que, al sentirse queridas y acompañadas en su sufrimiento o soledad, pueden superar engaños y dolores; es decir, pueden encontrar la razón para vivir”. 
Un vídeo para difundir en redes sociales
 En esta ocasión, se trata de una iniciativa de carácter ordinario para la que se han distribuido en las diócesis españolas ejemplares de los materiales habituales: 15.000 carteles y 50.000 de cada uno de los siguientes documentos: díptico informativo, subsidio litúrgico y Nota de los obispos. Como complemento, este año se ha realizado un vídeo de dos minutos y medio de duración, que se puede ver en Youtube y compartir en las redes sociales. El vídeo nos cuenta de manera alegre y esperanzada que “Siempre hay una razón para vivir” y lo hace por medio de cuatro historias que se desarrollan de forma paralela: un anciano que se encuentra en un hospital, junto a su hijo; un niño enfermo que recibe un regalo de su familia y amigos;  dos personas discapacitadas que muestran gestos de cariño y afecto entre ellos; y una abuela que lee un cuento a sus nietos. La realización técnica del vídeo ha corrido a cargo de la productora “Dos cincuenta y nueve Films” y se ha contado con la participación de actores voluntarios no profesionales.