Caminamos juntos hacia la Pascua (3-4-2011)

CAMINAMOS JUNTOS HACIA LA PASCUA


 Queridos hermanos en el Señor:
 Os deseo gracia y paz.
 Continuamos avanzando en nuestra peregrinación cuaresmal hacia la Pascua. La cuaresma representa una intensificación de la vida cristiana. La cuaresma nos pone en presencia de la persona de Jesús, nos revela el secreto de su identidad, nos descubre sus sentimientos profundos, las motivaciones más hondas de su corazón, nos invita a participar de su vida, nos introduce en su proyecto y nos permite identificarnos progresivamente con Él.
      El Papa Benedicto XVI escribe cada año un“Mensaje para la Cuaresma” donde nos indica puntos de interés para concentrar nuestra atención y aumentar nuestra asimilación de los misterios que celebramos. En esta reflexión recojo el inicio de los mensajes escritos desde el año 2006 hasta 2011:
 1) “La Cuaresma es el tiempo privilegiado de la peregrinación interior hacia Aquél que es la fuente de la misericordia. Es una peregrinación en la que Él mismo nos acompaña a través del desierto de nuestra pobreza, sosteniéndonos en el camino hacia la alegría intensa de la Pascua” (2006).
 2) “La Cuaresma es un tiempo propicio para aprender a permanecer con María y Juan, el discípulo predilecto, junto a Aquel que en la cruz consuma el sacrificio de su vida por toda la humanidad (cf. Jn 19,25)” (2007).
      3) “Cada año, la Cuaresma nos ofrece una ocasión providencial para profundizar en el sentido y el valor de ser cristianos, y nos estimula a descubrir de nuevo la misericordia de Dios para que también nosotros lleguemos a ser más misericordiosos con nuestros hermanos” (2008).
      4) “Al comenzar la Cuaresma, un tiempo que constituye un camino de preparación espiritual más intenso, la Liturgia nos vuelve a proponer tres prácticas penitenciales a las que la tradición bíblica cristiana confiere un gran valor -la oración, el ayuno y la limosna- para disponernos a celebrar mejor la Pascua y, de este modo, hacer experiencia del poder de Dios que, como escucharemos en la Vigilia pascual, "ahuyenta los pecados, lava las culpas, devuelve la inocencia a los caídos, la alegría a los tristes, expulsa el odio, trae la concordia, doblega a los poderosos" (Pregón pascual)” (2009).
      5) “Cada año, con ocasión de la Cuaresma, la Iglesia nos invita a una sincera revisión de nuestra vida a la luz de las enseñanzas evangélicas” (2010).
      6) “La Cuaresma, que nos lleva a la celebración de la Santa Pascua, es para la Iglesia un tiempo litúrgico muy valioso e importante, con vistas al cual me alegra dirigiros unas palabras específicas para que lo vivamos con el debido compromiso. La Comunidad eclesial, asidua en la oración y en la caridad operosa, mientras mira hacia el encuentro definitivo con su Esposo en la Pascua eterna, intensifica su camino de purificación en el espíritu, para obtener con más abundancia del Misterio de la redención la vida nueva en Cristo Señor (cf. Prefacio I de Cuaresma)” (2011).
      En este tiempo cuaresmal hemos de sentir a Cristo en nuestra vida, dejarnos amar por Él, acogerle, permitirle que penetre en el fondo de nuestra realidad, para que podamos pensar como Él, amar como Él, vivir con Él y como Él. 

 Recibid un cordial saludo y mi bendición.


+Julián Ruiz Martorell, obispo de Huesca y de Jaca.

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