Comentario evangélico. Domingo de Ramos C .

Domingo de Ramos, 24 de marzo de 2013. Ciclo C, Lucas 22,14-23-56.


Pido por ti, para que tu fe no se apague


      Hoy celebramos en toda la Iglesia el domingo de Ramos, y escuchamos todo el relato de los últimos acontecimientos de la vida de Jesús.  La secuencia de escenas de este evangelio ésta: en el cenáculo, Jesús instituye la Eucaristía y les habla a los suyos de la importancia del servicio, éstos no captan la gravedad del momento y se enzarzan en sus cosas humanas.  Luego van a Getsemaní a orar.  Hasta el último momento Jesús les quiere enseñar qué importante es la oración, el ponerlo todo en manos del Padre. Reacción de los discípulos: se durmieron. En este momento, poco digno para los discípulos, empieza otra escena negativa: Judas llega para cumplir su traición. Jesús afirma que la hora de las tinieblas es eso, una hora: que va a ser muy intensa y muy cruel pero que pasará, que esa hora no se transformará en eternidad. Que el mal no durará por siempre. A continuación viene la escena de las negaciones de Pedro. Las lágrimas del apóstol nos hablan de un corazón sincero y arrepentido. A continuación el Señor será sometido a burlas, insultos, interrogatorios humillantes, acusaciones falsas. Todos ellos: sumos sacerdotes, Pilatos, Herodes…forman parte de los hijos de las tinieblas. Rechazan la Luz, quieren acabar con ella.  Una vez pronunciada la sentencia de muerte por Pilato se inicia el camino hacia el Calvario. A los insultos y burlas que Jesús recibe ya en la cruz, Él responde perdonando, Jesús no quiere generar más odio, sino perdón. La muerte de Jesús en la cruz es respondida con un silencio lleno de dolor, solo roto por un militar romano que hace una verdadera confesión de fe.  El evangelio acaba con el judío José de Arimatea que depositará el cuerpo de Jesús en un sepulcro nuevo.
        Ante un texto tan largo mi consejo es que cada uno, en un clima de oración, leamos el texto y nos detengamos en una escena o en algunas palabras de Jesús que más nos hayan tocado el corazón. Intentar abarcar todo el texto podría hacernos perder la riqueza de los detalles.  Personalmente he hecho esto mismo y me he quedado con las palabras que encabezan este artículo.  Se las dirige Jesús a Pedro en el cenáculo. Momentos antes los doce estaban discutiendo sobre quién debía ser el más importante. Después de repetir la enseñanza sobre el servicio Jesús se dirige a Pedro con esta bonita oración: “yo he pedido por ti para que tu fe no se apague”. Y añade a continuación algo fundamental: “y cuando te recobres, da firmeza a tus hermanos”. Sí, Jesús sabía que Pedro le iba a fallar, pero Jesús también sabía del corazón noble de su amigo.  Pedro recuperado de su error, se convertirá en el gran apóstol de Jesucristo. Mantuvo el rescoldo de la fe.
        Que la vivencia de los días santos de la Pasión nos ayuden a mantener nuestra fe viva.  Que le supliquemos al Señor que nos mantenga y aumente la fe en Él.  Ese gran tesoro que nos hace sentirnos vivos y, a pesar de nuestras caídas, plenamente felices.  ¡Feliz semana santa a todos!


Rubén Ruiz Silleras.

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