LINEAS PRIORITARIAS DE COMPROMISO PASTORAL PARA EL CURSO 2023-24
“Crecer en la comunión para la misión”
Después de un largo período de oración, reflexión y diálogo, como consecuencia del trabajo realizado durante el proceso sinodal, las deliberaciones del Consejo Presbiteral y del Consejo Diocesano de Pastoral, la tarea conjunta de la Jornada Diocesana de Pastoral, y las aportaciones de grupos y personas, presentamos las “Líneas prioritarias de compromiso pastoral para el curso 2023-2024”.
Son un cuadro de referencia en el que se enmarcan la vida y la misión de la Diócesis de Jaca. De ahí pueden surgir iniciativas, criterios y claves pastorales que nos ayuden a vivir y caminar en comunión y corresponsabilidad.
Nos sentimos urgidos por la evangelización. Nuestro objetivo es que se conozca y se ame cada vez más y mejor a Jesucristo. Deseamos que nuestras celebraciones litúrgicas respondan a la necesidad de vivir con gratitud y alegría la fe que profesamos. Queremos que el testimonio de nuestra vida estimule procesos de cercanía con las personas más vulnerables.
Ahora es preciso concretar, en cada ámbito de nuestras tareas, aquello que consideramos más acorde con nuestra vivencia y nuestra situación pastoral.
Que Santa Orosia interceda por nosotros para que nuestra vida eclesial responda a la voluntad del Señor en nuestros días.
Encomendamos a la Virgen María nuestra actividad, nuestros proyectos y nuestra programación.
+ Julián Ruiz Martorell
Obispo de Jaca
1ª. Vivir la comunión.
+ Vivamos la comunión reuniéndonos, escuchándonos, dialogando, formándonos… como tareas de todos en la Parroquia, en los movimientos, cofradías, hermandades… Impulsemos grupos en los que orar en común, reflexionar sobre la actualidad, formarnos, comprometernos.
+ Unifiquemos actos entre parroquias.
2ª. Asumir las actitudes que requiere una vida eclesial en clave de sinodalidad.
+ Impulsemos y pongamos en marcha los ministerios laicales.
+ Cuidemos a quienes nos visitan por turismo; acojamos, invitemos a la participación y colaboración.
3ª. Responder a la dolorosa ausencia de los jóvenes y de los alejados.
+ Acerquémonos a los padres, cuidemos su formación.
+ Impulsemos el acompañamiento a niños, jóvenes, adolescentes…, incluidos los hijos de inmigrantes y sus familias.
+ Se debe proponer un responsable de Pastoral Juvenil acompañado de un grupo de trabajo. Los párrocos deben ser corresponsables, ayudar y coordinar. En unión con Pastoral Familiar y Vocacional, aunando esfuerzos.
+ Se han de ofrecer a los jóvenes testimonios vocacionales vivos y alegres; participación en las celebraciones litúrgicas; compromisos de voluntariado.
4ª. Replantearse los objetivos fundamentales de la evangelización en nuestra tierra.
+ Valoremos el testimonio que aportan las procesiones, ermitas, actividades conjuntas con motivos diversos, oraciones en la calle, el voluntariado laical comprometido…
+ Mantengamos y enriquezcamos la religiosidad popular, con claro criterio misionero.
+ Seamos misioneros también en la red; demos publicidad on line de las actividades.
+ Procuremos un lenguaje entendible y adaptado en las homilías y otras acciones.
5ª. Revitalizar los organismos de participación: escucha, discernimiento y decisión.
+ Pongamos en marcha las Unidades Pastorales y la pastoral de los Arciprestazgos. Revitalizarán la participación y la vida de la Diócesis; servirán con responsabilidad, darán continuidad.
+ Vivamos la misión encomendada con un estilo basado en la participación que surge de asumir la corresponsabilidad de todos los bautizados. Vivamos también la delegación de tareas.
+ Todos los órganos consultivos diocesanos, arciprestales y parroquiales, deben ser espacios de participación y corresponsabilidad. Impulsemos la revitalización de todos ellos.
+ Otros cauces de participación son Cáritas y Manos Unidas, abiertas a acoger a colaboradores.
6ª. Acompañados y bien formados.
+ Tenemos claro que la formación es elemento imprescindible para la vivencia de la fe y premisa del testimonio y del compromiso público; ha de ser permanente e integral; debe cuidar la vocación y capacitar para la misión, para el compromiso social o eclesial de cada uno.
+ El Jubileo 2025 ofrece que, como preparación, nos formemos en las constituciones del Concilio Vaticano II, con el material preparado.
+ Además, disponemos de otros medios de formación: los ejercicios espirituales (también para laicos); las vías on line (internet, streaming,…) que ya existen; también será bueno que demos a conocer lo que aporta el “Protocolo de la Diócesis de Jaca para la prevención y actuación en caso de abusos sexuales a menores y equiparables legalmente” (29 marzo 2023), como camino para ponerlo en práctica en cada momento y situación.
7ª. Celebrando la liturgia en comunión.
+ En la liturgia, valoremos e impulsemos la participación de los laicos en cuanto es tarea suya, la cercanía del sacerdote, la acogida a quienes no participan habitualmente, los equipos de liturgia donde sea posible.
+ También en este campo necesitamos formarnos y adaptarnos. En concreto, formemos laicos para la preparación de algunos sacramentos y para celebraciones de la Palabra.
8ª. La inclusión social de los pobres.
+ Hemos de concienciar sobre la realidad de la pobreza y motivar adecuadamente el compartir nuestros bienes con nuestros hermanos más necesitados.
+ Reiteramos, animemos el compromiso laical en el voluntariado con Cáritas, Manos Unidas, etc, tanto en la parroquia como en la Diócesis.
+ La soledad de tantas personas mayores ha de impulsar la creatividad de las parroquias en su servicio. Un medio puede ser un equipo parroquial que tenga este objetivo.
+ Estemos atentos a todas las pobrezas; la guerras y tantos otros problemas sociales, siguen afectando a personas entre nosotros.