"Haz el bien, busca la justicia" -cf. Is 1, 17- (15-1-2023)
“HAZ EL BIEN; BUSCA LA JUSTICIA” (cf. Is 1,17)
Queridos hermanos en el Señor:
Os deseo gracia y paz.
Del 18 al 25 de enero celebramos la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos. Señalamos dos indicaciones del documento del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos “El obispo y la unidad de los cristianos: Vademécum ecuménico” (4 diciembre 2020):
1) La Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos.
“El Concilio Vaticano II enseñó que "este santo propósito de reconciliar a todos los cristianos en la unidad de la única Iglesia de Jesucristo excede las fuerzas y la capacidad humana" (UR 24). Al orar por la unidad reconocemos que la unidad es un don del Espíritu Santo y que no podemos alcanzarla con nuestras propias fuerzas. (…) Cada año, un grupo ecuménico de cristianos de distintas tradiciones, de una región particular, prepara los materiales. Centrándose en un texto bíblico, proponen un tema, una celebración ecuménica y ofrecen varias reflexiones bíblicas para cada día de la semana. El obispo puede impulsar eficazmente la causa de la unidad de los cristianos durante esa semana, sea participando personalmente con otros líderes cristianos en una celebración ecuménica, sea animando a las parroquias y los grupos a trabajar con otras comunidades cristianas presentes en la zona, para organizar de manera conjunta momentos de oración a lo largo de la semana” (nº 18).
2) Orar unos por otros y por las necesidades del mundo.
“Un aspecto importante del ecumenismo espiritual consiste simplemente en orar por nuestros hermanos y hermanas en Cristo, particularmente por los más cercanos. Incluso cuando se agravan las dificultades en las relaciones locales, o cuando la apertura a los otros cristianos no es correspondida, debemos seguir orando por ellos” (nº 19).
“Ut unum sint" enseña que "no hay un acontecimiento importante y significativo que no se beneficie con la presencia y la oración de los cristianos" (25). Los cristianos de diferentes tradiciones compartirán naturalmente una preocupación por la comunidad local en la que viven y por los desafíos particulares a los que se enfrentan. Los cristianos pueden demostrar su preocupación celebrando juntos acontecimientos o aniversarios significativos para la vida de la comunidad, y orando juntos por sus necesidades particulares. Los problemas globales como la guerra, la pobreza, el drama de los migrantes, las injusticias y la persecución de los cristianos y de otros grupos religiosos, exigen también la atención de los cristianos que pueden unirse para orar por la paz o por los más vulnerables” (nº 19).
Recibid mi cordial saludo y mi bendición.
+Julián Ruiz Martorell, obispo de Jaca y de Huesca