Vocaciones (304-2023)

VOCACIONES

     Queridos hermanos en el Señor:
     Os deseo gracia y paz.

     Este domingo celebramos la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones y la Jornada y Colecta de Vocaciones Nativas.
     “El Señor es mi fuerza y mi escudo: en él confía mi corazón; me socorrió, y mi corazón se alegra y le canta agradecido” [Sal 28 (27),7]. Quien vive la vocación, encuentra en el Señor fuerza y seguridad, refugio y escudo. Dios sale al encuentro porque ama y, con amor, llama y envía para una misión. Experimentar la vocación es vivir un proceso en el que la iniciativa del amor precedente y envolvente viene de Dios. El ser humano responde, no sin dudas ni vacilaciones, a esta iniciativa hasta poder afirmar: “en Él confía mi corazón”. Deja de mirarse a sí mismo, abandona sus seguridades provisionales y, desde las entrañas, desde la identidad más profunda, desde el corazón, confía enteramente en el Señor.
      A partir de la experiencia de haber sido socorrido, ayudado, quien vive desde la llamada del Señor, tiene un corazón alegre; es capaz de vivir de otra manera, lejos de las preocupaciones y tristezas cotidianas, y convierte todos sus días en un canto agradecido, proclama las grandezas del Señor y da testimonio de su luz, su verdad y su amor.
      Rezar por las vocaciones es una imprescindible actividad eclesial. El Señor es quien llama y es la Iglesia quien, guiada por el Espíritu Santo, discierne y acompaña en el itinerario vocacional. Y todo se realiza desde la oración. Se trata de orar para que el Señor conceda a su Iglesia nuevas y firmes vocaciones.
      “Ponte en camino. No esperes más” es el lema de la campaña de este año. Ponerse en camino es una tarea ardua. En el camino, hay pausas que son necesarias: para descansar, para buscar orientación, para asimilar el paisaje, para agradecer los gestos de hospitalidad. Pero existen también otros motivos que impiden avanzar: miedo, inseguridad, vacilación. Llega un momento en que ya no se debe esperar más. Es el tiempo de la decisión. Hay que iniciar el recorrido. Se trata de dar un paso y otros muchos más a continuación.
El sostenimiento económico de las vocaciones de las jóvenes iglesias expresa la comunión universal y la fraternidad genuinamente católica.
      Nos fijamos, una vez más, en la Virgen María, que, después del anuncio del ángel Gabriel, se puso en camino de prisa hacia la montaña para servir a su pariente Isabel. A ella le pedimos que acompañe y oriente nuestra oración por las vocaciones.

      Recibid mi cordial saludo y mi bendición.

+Julián Ruiz Martorell. obispo de Jaca y de Huesca

We use cookies
Este portal web únicamente utiliza cookies propias con finalidad técnica, no recaba ni cede datos de carácter personal de los usuarios sin su conocimiento. Sin embargo, contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas este portal web que usted podrá decidir si acepta o no cuando acceda a ellos.