Sínodo: El instrumento de trabajo -I- (8-9-2024)
CÓMO SER UNA IGLESIA SINODAL EN MISIÓN
+ Vicente Jiménez Zamora
Administrador Apostólico de Huesca y de Jaca
EL INTRUMENTO DE TRABAJO (I)
Durante todo el mes de septiembre voy a escribir cuatro breves cartas pastorales sobre el Sínodo de los Obispos, a la luz del Instrumentum Laboris, que nos prepara para la Asamblea General del Sínodo del próximo mes de octubre de 2024.
De esta manera profundizamos también en nuestro Plan Diocesano de Pastoral 2024-2025, que tiene como uno de sus ejes vertebradores y focos pastorales el Sínodo junto con el Jubileo del año 2025, que presentaba en la carta pastoral anterior.
Desde el año 2021, la Iglesia de Dios fue convocada a Sínodo. Desde entonces, las Diócesis, en las cuales y desde las cuales existe la Iglesia católica en su unidad y universalidad, han acogido la invitación del Papa Francisco para interrogarse sobre qué quiere Dios de su Iglesia en estos momentos de la historia. Se trata, hoy como ayer, de anunciar el Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo, que salva al mundo, lo sana y lo conduce a su plena realización. Caminar juntos, es decir “sinodalmente”, por el camino indicado por Jesús, es la condición para que todos en la Iglesia, viviendo en comunión, participemos en la misma misión evangelizadora.
El Instrumentum Laboris, que tiene como título: “Cómo ser una Iglesia sinodal misionera”, orientará los trabajos del Sínodo en el mes de octubre en Roma. Es un texto base destinado a favorecer la oración, el diálogo, el discernimiento, la maduración del consenso, a partir de algunas convergencias logradas a lo largo del camino con vistas a la entrega al Santo Padre de un Documento final.
El Instrumento de Trabajo puede ser usado también en los próximos meses en nuestras Diócesis y en los grupos sinodales que han venido trabajando en los últimos años, para mantener vivo el espíritu sinodal que debe animar a todos en la Iglesia.
La Introducción del Instrumento de trabajo rememora el camino recorrido hasta ahora y da gracias a Dios por los frutos que el proceso sinodal ha dado ya y que son perceptibles en una Iglesia viva y en movimiento. Entre ellos, el uso difundido de la metodología sinodal de la Conversación en el Espíritu. El documento comienza con un pasaje del libro del profeta Isaías (25, 6-8), que describe un banquete preparado por el Señor para todos los pueblos, símbolo de la convivencia y comunión. Este tema está vinculado a la misión de la Iglesia de llevar esperanza y salvación a todos los hombres, especialmente a los que sufren.
En el centro de todo el documento está la pregunta guía: Cómo ser Iglesia sinodal en misión.