Comentario al evangelio. Domingo 4º Pascua, ciclo C.

     El Papa Francisco, hablando especialmente a los sacerdotes de hoy   nos dice que el buen pastor debe ir DELANTE DE LAS OVEJAS, EN MEDIO DE LAS OVEJAS Y DETRÁS DE LAS OVEJAS.

1.- El buen Pastor va delante de las ovejas. 

      Y esto, ¿qué significa? ¿Que debe ir delante en sabiduría, en poder, en privilegios? ¿Significa que él tiene la primera y la última palabra? No. Al estilo de Jesús, el sacerdote de hoy debe ir delante en el “servicio desinteresado” a los demás. Es el primero que abre la puerta de la Iglesia y se pone a rezar por el pueblo. Ir delante significa que es el primero en enterarse de los problemas del pueblo, de aquello que más les preocupa. Ir delante significa que, ante un pobre que no se puede desplazar al centro de salud, es el primero que pone a disposición su coche y su persona, Ir delante significa tener la puerta siempre abierta para todos. Ir delante significa “poner la vida por delante”. Primero la vida y después la palabra. Ir delante significa que la gente del pueblo llegue a decir lo que los de Ginebra decían de San Francisco de Sales: ¡Qué bueno tiene que ser Dios que es capaz de crear hombres tan buenos como nuestro obispo! Ir delante significa ser el más amigo de Jesús, el primero en adorar, alabar y servir a nuestro Señor.


2.- El buen pastor vive en medio de las ovejas. 

      En medio de las ovejas significa impregnarse del olor de las ovejas. Es estar con el pueblo en todo lo bueno, lo positivo, lo auténtico que vive el pueblo. Sabe comer con ellos el “pan tierno y crujiente” de los días de fiesta y el “pan duro y amargo” de los días de luto. Sabe compartir con el pueblo sus gozos y sus sufrimientos. Estar en medio significa sentirse “arropado” por el pueblo sintiendo el cariño de todos y tratando de querer a todos en actitud de servicio. No es un ser solitario sino solidario. Estar en medio significa escuchar de cerca los problemas, las inquietudes, los deseos de paz, de justicia y de fraternidad. Hermano entre hermanos, es capaz de crear amistad, unión, bienestar, unidad. Y si siempre se ha dicho que “la unión hace la fuerza”, además se pueda decir: “la unión hace la fiesta”. Que el sacerdote sea el creador de la unidad en el pueblo. La gente sencilla se lo pasaba en grande con Jesús y Jesús con ellos.


3.- El buen pastor también sabe estar detrás de las ovejas. 

     Detrás, en la cola, siempre van las rezagadas, las más débiles, las que no pueden seguir el paso de las demás, las recién paridas a las que hay que ayudar a llevar los corderitos que no pueden todavía caminar. En el evangelio se dice que hay que cuidar de modo especial “a los pequeñitos”. Y los pequeñitos son los más ancianos, los enfermos, los de menos luces, aquellos a quienes la vida les pesa demasiado y necesitan una ayuda especial. Esa bella imagen de Jesús como buen Pastor, poniendo en brazos a la oveja descarriada hay que actualizarla en nuestros días. Hay mucha gente herida, gente que sufre mucho, gente cansada, gente decepcionada. A todos hay que atender, acoger, acariciar.  Un cura así es el mejor regalo que puede tener un pueblo.

Iglesia en Aragón

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