Día de la Caridad. Corpus Christi 2010.

                
        CORPUS CHRISTI 2010 - DÍA DE LA CARIDAD
        
                De nuevo el tiempo litúrgico nos presenta para su celebración la festividad del Corpus Christi. La Eucaristía es, tiene que ser el centro de nuestra vida cristiana. Es el regalo más grande que nos hizo el Señor, su entrega total hasta dar la vida por nosotros. Pero no podemos, no debemos quedarnos sólo en la celebración. La Eucaristía nos enseña, nos urge a la acción y nos compromete. Algo en nosotros tiene que cambiar, algo tiene que morir. Es inconcebible comulgar y seguir siendo egoísta, violento, insolidario, cobarde, comodón...
        La Eucaristía tiene que suponer una derrota de nuestro egoísmo y de nuestro individualismo. Dios es amor y nos dice que sólo si nos amamos seremos discípulos suyos.
        Si Dios es Padre de todos, todos somos hermanos. Esto ha de llevarnos al convencimiento de que es imprescindible mejorar nuestra servicialidad y nuestra generosidad, por pura gratuidad, sin exigir recompensa. Este es el sacrificio que agrada al Señor: que seamos  capaces de servir y amar a los demás como Él nos amó.
        Estamos viviendo unos tiempos de crisis que ya se prolongan en exceso y que afecta de una manera especial a los últimos de los últimos. Con más de 4.600.000 parados, con 1.300.000 familias sin nadie que trabaje, con el hambre de muchos y las dificultades de la mayoría, no podemos seguir subestimando la crisis y reducirla a una cuestión financiera. Detrás de la crisis está el fracaso de nuestra sociedad del bienestar y de un modelo de desarrollo que no ha logrado reducir las desigualdades ni disminuir la pobreza en los últimos años a pesar de ser años de gran desarrollo económico. Es urgente tomar conciencia de la necesidad de un cambio profundo, personal y comunitario, de una revisión de valores, motivaciones y estilos de vida.
        Desde el curso pasado nuestra campaña institucional tiene este lema: "Una sociedad con valores es una sociedad con futuro".
        La pobreza extrema  está llegando a unos límites desproporcionados.
        Desde Cáritas estamos convencidos y por ello seguimos insistiendo en que otro estilo de vida es posible, que si nos lo proponemos se logrará un cambio en la sociedad para que no haya últimos ni excluidos, donde las relaciones sean más humanizadoras, donde todos seamos responsables de la parcela en la que nos ha tocado vivir, donde tengamos presente que el mundo es de todos, que los bienes deben pertenecer a todos y que hemos de ser capaces de crear vínculos de participación y colaboración, de comunión y gratuidad.
        Es necesario que nos vayamos gastando y desgastando en la lucha por la implantación del Reino de Dios. No olvidemos que los ríos no beben de sus aguas, que los árboles no comen de sus frutos, que la riqueza de los buenos ha de ser siempre para provecho de los demás.
        Y todo con una gran esperanza cristiana, esperanza que confía en la fidelidad de Dios. Mantengamos encendidas nuestras lamparas, aunque sólo humeen, porque si las apagamos ¿qué quedará?.
        A lo largo del año 2009 hemos intentado administrar los ingresos que nos habéis proporcionado (150.263,24 euros) que hemos invertido en:
        Cooperación internacional en emergencias (El Salvador, Sudeste Asiático, Oriente Próximo, Sri Lanka, Congo y atención a inmigrantes subsaharianos en Rabat (36.578 euros). 
        Proyectos diocesanos (albergue de transeúntes, atención primaria, sensibilización, formación, ropero, recogida y reparto de muebles, animación de las Cáritas parroquiales, participación en la fundación Thomás de Sabba, Centro de Solidaridad Interdiocesano de la provincia de Huesca, fondo de cooperación interdiocesano, etc., (113.685,24 euros) 
        Han cooperado con nosotros el Excmo. Ayuntamiento de Jaca (17.048,57 euros) para el albergue de transeúntes y subsaharianos en Rabat y el IAAS (27.915 euros).
        Con más detalle se presentan las cuentas en la Asamblea Diocesana, cuentas que son sometidas anualmente a una auditoria externa.
        No queremos cansaros, si expresar nuestra gratitud a tantos que, conscientes de que las necesidades son mayores, que la crisis está golpeando fuerte, que va aumentando el número de los que necesitan ayuda alimentaria o económica colaboran con sus aportaciones extraordinarias, captan nuevos suscriptores, siguen siendo suscriptores, elevan sus cuotas, están dispuestos a una mayor participación como voluntarios, etc.
        Que en este Día de la Caridad seamos capaces de comprometernos para que nuestros sueños de libertad, verdad, justicia y ayuda fraterna nos lleven a construir un mundo sin discriminaciones, donde todos puedan vivir con dignidad, donde no haya excluidos ni pobres.
        Tenemos que ser constructores de una nueva humanidad, voz de los que no tienen voz, siempre en vanguardia para acoger y estar con los más débiles.
        Un abrazo en Cristo - Eucaristía
       
       
        LA JUNTA DIOCESANA DE CÁRITAS
       

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