Junio 2014. Pinturas murales del Secretum
s. XVI, finales. Pinturas murales en grisalla
A finales de junio se celebra la festividad de San Pedro y por eso hemos elegido como pieza del mes las pinturas murales del Secretum que están presididas por la tiara y las llaves, símbolos del santo ya que a él está dedicada la catedral de Jaca.
El Secretum de la catedral de Jaca es una sala de origen medieval que en el pasado sirvió para guardar jocalías, documentos de especial importancia y monedas, que por su gran valor se conservaban en el interior de un arcón de tres cerraduras que sólo podía abrirse con tres llaves custodiadas por diferentes miembros del cabildo catedralicio. Desde 2010 el Secretum forma parte del espacio expositivo del MDJ y como recuerdo de su tradicional función de albergar el “tesoro catedralicio” en él se muestran varias piezas de orfebrería: una cruz procesional y un copón procedentes de la iglesia parroquial de Bagüés (Zaragoza), la custodia procesional de la Minerva, que pertenece a la catedral de Jaca, un cáliz procedente de Lanuza (Huesca) y un cáliz donado a la catedral de Jaca por D. José Enrique Ayarra al celebrar sus bodas de oro sacerdotales.
El Secretum es un espacio de planta cuadrada, cubierto con bóveda de crucería simple que fue íntegramente decorado en la segunda mitad del siglo XVI con pinturas en grisalla que fueron retocadas en el siglo XIX. La grisalla es una técnica pictórica que utiliza una gama cromática reducida a los tonos grises y tierra, tratando de producir la sensación de ser un relieve escultórico mediante fuertes claroscuros. Aunque el uso de la grisalla se remonta a la Antigüedad, fue a partir del siglo XIV cuando esta técnica alcanzó popularidad para realizar bocetos y dibujos preparatorios, y posteriormente cobró mayor auge en la miniatura, el esmalte, las vidrieras y la decoración mural con obras pintadas en tonos neutros a los que se aplicaba una veladura del color deseado, consiguiendo así un resultado armónico y único.
En los plementos de la bóveda de esta sala se ha representado a los cuatro Padres de la Iglesia Latina y a los cuatro Evangelistas, agrupados por parejas: San Gregorio Magno con San Agustín, San Mateo acompañado de San Juan, San Jerónimo con San Ambrosio y San Marcos junto a San Lucas. En los nervios de la bóveda aparecen los doce signos del Zodíaco enmarcados en óvalos para evocar el espacio celeste y en la clave la tiara y las llaves.
En uno de los muros laterales, el mejor conservado, encontramos la escena que se narra en el capítulo cuarenta del Éxodo, cuando Moisés, obedeciendo lo que Dios le había ordenado, tomó las tablas de la Ley y las puso en el Arca de la Alianza. Los otros muros conservan una representación de San Pedro y restos de figuras alegóricas de las Virtudes de la Caridad y la Fe.
¿SABÍAS QUÉ…?
Estas pinturas fueron ejecutadas por un pintor todavía desconocido que se cree pudo realizar los interesantes murales, también en grisalla, de la capilla de San Demetrio en la iglesia parroquial de San Esteban de Loarre (Huesca), datables en la década de 1580.
Video de la pieza del mes en www.youtube.com/museojaca