2 de octubre: DÍA DE LA EDUCACIÓN EN LA FE
Este domingo, 2 de octubre, se celebra en las distintas diócesis aragonesas el ‘Día de la Educación en la Fe’ y algunas de las celebraciones del Envío. Con motivo de este día los Obispos Aragoneses han confeccionado una Carta Pastoral conjunta titulada: “JESUCRISTO FUENTE DE LA HUMANIDAD NUEVA”. En esta Carta Pastoral, que va dirigida especialmente a los Padres, a los Catequistas y a los Educadores Cristianos resaltan que la celebración del Envío se realiza “para que sintáis la fuerza de toda la Iglesia Católica, que os encomienda por medio del obispo de vuestra Diócesis, la hermosa tarea de dar a conocer a Jesucristo y así colaborar en la construcción de una Humanidad Nueva, que brota solamente de Jesucristo muerto y resucitado”. Después de recordar la celebración y las palabras del Papa Benedicto XVI en las Jornadas Mundiales de la Juventud, los obispos aragoneses animan, exhortan y agradecen la labor y la tarea insustituible de los Catequistas y Educadores en la Fe en nuestras comunidades.
Esta es la carta:
CARTA PASTORAL DE LOS OBISPOS DE ARAGÓN CON MOTIVO DE LA CELEBRACIÓN DEL DÍA DE LA EDUCACIÓN EN LA FE EN NUESTRAS DIÓCESIS.
"JESUCRISTO FUENTE DE LA HUMANIDAD NUEVA".
• Queridos padres, primeros transmisores de la buena noticia de Jesucristo a cada uno de vuestros hijos, que colaboráis en la educación cristiana de los mismos, sin desentenderos de ello, porque es parte importante, esencial, del crecimiento, del desarrollo y de la felicidad de cada uno de ellos.
• Queridos catequistas que, en nombre de la Iglesia y con la ayuda inestimable de los sacerdotes, explicáis las verdades de la fe, introducís en la celebración de los misterios cristianos, enseñáis el modo de vivir propio de los creyentes y bautizados en Cristo, e iniciáis en la oración, en las diversas etapas de la vida.
• Queridos educadores cristianos, que dedicáis una parte notable de vuestro tiempo, con esfuerzo y con ilusión, a completar la educación cristiana de niños, jóvenes y adultos, en los diversos y específicos ámbitos de la cultura y de la sociedad.
A todos y cada uno de vosotros, los obispos de Aragón os dirigimos esta carta, con gratitud y cariño, en este primer domingo de octubre, en el que celebramos el día de la Educación en la Fe que tiene como lema: Jesucristo fuente de la Humanidad Nueva. Vosotros sois prolongación de nuestro ministerio evangelizador en la transmisión de la fe. Sois para nosotros unos colaboradores necesarios para llevar la gozosa esperanza del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios, Dios como el Padre y el Espíritu Santo, a través de vuestra palabra y vuestro ejemplo, a todos los rincones de las diócesis. Tenemos plena confianza en vosotros; por eso, todos los años realizamos la Celebración del Envío, para que sintáis la fuerza de toda la Iglesia Católica, que os encomienda por medio del obispo de vuestra Diócesis, la hermosa tarea de dar a conocer a Jesucristo y así colaborar en la construcción de una Humanidad Nueva, que brota solamente de Jesucristo muerto y resucitado.
Ved cómo, a vuestro alrededor, todo es viejo y caduco. Como nos decía el Papa “cuando no se camina al lado de Cristo que nos guía, nos dispersamos por otras sendas, como la de nuestros propios impulsos ciegos y egoístas, la de propuestas halagadoras pero interesadas, engañosas y volubles, que dejan vacío y la frustración tras de sí”.
Hemos contemplado, con inmensa alegría, esa Humanidad Nueva, por ejemplo, en el gran número de jóvenes y voluntarios que han participado en la JMJ Madrid 11. Sus rostros, su mirada, sus aplausos, su alegría, su silencio, su oración, su capacidad de afrontar las dificultades… nos emocionaban porque nos ofrecían con sus gestos, sin necesidad de palabras, que ellos vivían unidos a Jesucristo, que seguían sus pasos, que se sentían y eran parteviva de la Iglesia, del futuro cristiano que está viniendo ya.
Ellos saben que Cristo es la clave para una vida “sólida y estable”. Saben que son “una alternativa válida a tantos como se han venido abajo en la vida, porque los fundamentos de su existencia eran inconsistentes… a tantos que se contentan con seguir las corrientes de moda, se cobijan en el interés inmediato, olvidando la justicia verdadera, o se refugian en pareceres propios en vez de buscar la verdad sin adjetivos”.
El Papa salió al frente de uno de los males de nuestro tiempo: una vida sin Dios, dejándose llevar en cada momento por el parecer caprichoso de cada uno: “Desearían decidir por sí solos lo que es verdad o no, lo que es bueno o malo, lo justo o lo injusto; decidir quien es digno de vivir o puede ser sacrificado en aras de otras preferencias… dejándose llevar por el impulso de cada momento… conducen a algo tan evanescente como una existencia sin horizontes, una libertad sin Dios”.
Vosotros, queridos padres, catequistas, educadores, conocéis bien esta realidad que se extiende por muchos sitios. Os duele, nos duele a todos. Conscientes de esta triste realidad, afirmáis y comunicáis con vuestra vida y vuestras palabras la experiencia del Dios vivo y verdadero, que nos ha creado por amor, que está siempre a nuestro lado, que cuenta con nosotros, que busca siempre nuestro bien y nos impulsa a comunicar a todas las gentes el gran don de la fe que hemos recibido. Arraigados en Cristo, firmes en la fe, estamos edificando la civilización del amor y de la vida, capaz
de humanizar a todo hombre. ¡Qué bien lo entendieron los jóvenes venidos de 193 países! Y vosotros también, porque sois partícipes activos de esta gran experiencia de fe, de amor, de fraternidad, de iglesia… que ha sido la JMJ. Allí estabais algunos de vosotros y muchos de vuestros jóvenes.
Estamos seguros de que el Papa y los jóvenes os han dado –nos han dado- un gran impulso para la estupenda tarea de transmitir la fe y de cimentar la vida en Cristo, amigo fiel, para construir la Humanidad Nueva. Todos hemos quedado admirados de la fuerza del Espíritu que se ha derramado en los jóvenes, en España y en todo el mundo, siendo la mayor acción evangelizadora conjunta promovida por la Iglesia, que, ante la magnitud de su convocatoria y respuesta de los destinatarios, se ha convertido en reclamo y punto de mira para la opinión pública y para toda la sociedad. El Señor ha estado grande, muy grande, con nosotros y estamos alegres, muy alegres. Afirma el Papa que “está seguro de que los jóvenes han vuelto a sus casas con el decidido propósito de ser levadura en la masa, llevando la esperanza que nace de la fe para que el nombre de Cristo resuene en todos los rincones del mundo”. Los obispos de la Iglesia católica en Aragón, siempre agradecidos por vuestra colaboración, os animamos a revitalizar vuestra entrega con mayor entusiasmo, contando siempre con la gracia de Dios, para facilitar y favorecer que los niños, jóvenes y adultos
hundan sus raíces en Jesucristo, el Salvador, fuente de la Nueva Humanidad.
† D. Manuel URENA PASTOR,ARZOBISPO DE ZARAGOZA
† D. Alfonso MILIAN SORRIBAS, OBISPO DE BARBASTRO-MONZON
† D. Carlos-Manuel ESCRIBANO SUBIAS, OBISPO DE TERUEL-ALBARRACIN
† D. Julián RUIZ MARTORELL, OBISPO DE HUESCA Y DE JACA
† D. Eusebio HERNANDEZ SOLA, OBISPO DE TARAZONA