18 de noviembre: DÍA DE LA IGLESIA DIOCESANA
«La Iglesia contribuye a crear una sociedad mejor. Ayuda a tu parroquia, ganamos todos».
Este es el lema elegido para celebrar el Día de la Iglesia Diocesana, que se celebra el próximo
18 de noviembre.
De este modo, y en un contexto de crisis generalizada en toda España en el que son muchos los que necesitan ayuda, la Iglesia se vuelca con las labores de ayuda y apoyo, y lo hace a través de uno de sus pilares: las parroquias.
Mediante ellas, y de todas las instituciones católicas, todos podemos alentar y sostener la esperanza de los hombres en el marco de las situaciones inhumanas que ha provocado la crisis, que también ha dejado a muchas personas en una situación de desesperanza absoluta y sin fuerzas.
Por eso el próximo 18 de noviembre será importante, una fecha para recuperar un espacio para la familia y superar juntos una crisis que además de económica también es moral, que afecta a la economía, a la desconfianza en general hacia todos los líderes sociales, etc.
Así, en este sentido, la comunidad cristiana quiere y debe ser un signo de esperanza para todos.
Todos hemos de dar en nuestra vida signos de esperanza por pequeños que sean para los demás y la Iglesia se siente especialmente comprometida por su fe y, en este sentido, quiere ser signo de esperanza y ayuda efectiva para las familias en dificultades económicas, la educación de sus hijos, y en tantas situaciones dolorosas como está viviendo la sociedad española.
INGRESOS Y GASTOS DE LA DIÓCESIS EN 2011
INGRESOS
Aportación de la comunidad diocesana 88. 935, 42 €
Asignación Tributaria 0´7 % 999. 576, 96 €
Ingresos financieros 63. 263, 14 €
Colectas ordinarias 105. 212, 50 €
TOTAL 1. 256. 988, 02 €
GASTOS
Compras 15. 729, 28 €
Impuestos 6. 000, 00 €
Servicios y actividades 164. 366, 90 €
Gastos de personal 504. 611, 38 €
Obras reparación de templos 95. 869, 17 €
Seminario Diocesano Formación 40. 828, 00 €
Delegaciones y servicios pastorales 101. 757, 76 €
TOTAL 929. 162, 49 €
La colaboración periódica, con una cuota familiar o personal, abonada a través de domiciliación bancaria, es el mejor sistema para contribuir al sostenimiento de la Iglesia.