¿Una casa para todos? (5-9-2021)

¿UNA CASA PARA TODOS?

     Queridos hermanos en el Señor:
     Os deseo gracia y paz.

      El 1 de septiembre se celebra la Jornada de Oración por el Cuidado de la Creación. Con ella comienza el “Tiempo de la creación”, que culmina el 4 de octubre, conmemoración de san Francisco de Asís. La Sagrada Escritura nos sugiere que la existencia humana se basa en tres relaciones fundamentales: con Dios, con el prójimo y con la tierra.
      El departamento de Ecología Integral de la Subcomisión Episcopal para la Acción Caritativa y Social ha preparado un Mensaje del que destacamos cinco puntos:
      1) Es necesario abrirnos “de corazón a la preocupación y al mensaje evangelizador de una ecología verdaderamente integral, en la que nada nos es ajeno, y en la que proclamamos desde lo terreno, lo humano y lo divino que todo está interrelacionado y debe estar interconectado” (nº 1).
      2) “La humanidad tiene el encargo de cultivar y cuidar la creación. Dios Padre ha puesto en nuestras manos esta Casa Común con el encargo de organizarla y caminar junto a ella en una historia de salvación. El encargo amoroso tiene como horizonte la realización del bien común” (nº 2).
      3) “La ecología integral y su dimensión religiosa es un lugar de encuentro con todas las demás iglesias cristianas y de camino común con las demás religiones, especialmente las monoteístas. Compartimos con todos los hombres de buena voluntad la tarea de la construcción del bien común que tanto interesa al Reino, aunque no se confunda con él” (nº 3).
      4) “La Iglesia nos invita también a mirar lo universal desde nuestra realidad más particular. (…) Es momento de actuar y caminar juntos en la implicación por una realidad rural de esperanza y vida. Somos conscientes de la importancia de la fe y la vivencia religiosa en el medio rural y apreciamos especialmente a todos los que se han comprometido en la evangelización en esas pequeñas comunidades” (nº 4).
      5) “El grito de la tierra y de lo humano, que es para nosotros eco de la necesidad de la ecología integral, pasa necesariamente por el compromiso personal, de tú a tú, en la vida diaria. La dimensión social de lo humano nos vincula con la organización de nuestra Casa Común, y la apertura a las mediaciones comunitarias y sociales es la senda fundamental para vivir la fraternidad” (nº 5).
      Es preciso “tomar conciencia de nuestra responsabilidad de cuidar la casa común, el hogar de Dios, por el bien de todas las criaturas que amorosamente han salido de las manos del Creador” (cf. Subsidio litúrgico).

      Recibid mi cordial saludo y mi bendición.

+Julián Ruiz Martorell, obispo de Jaca y de Huesca

We use cookies
Este portal web únicamente utiliza cookies propias con finalidad técnica, no recaba ni cede datos de carácter personal de los usuarios sin su conocimiento. Sin embargo, contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas este portal web que usted podrá decidir si acepta o no cuando acceda a ellos.