"Cuenta lo que has visto y oído" (24-10-2021)
“CUENTA LO QUE HAS VISTO Y OÍDO”
Queridos hermanos en el Señor:
Os deseo gracia y paz.
Quienes viven y trabajan en territorios de misión saben que es muy importante contar con la vida lo que se ha visto y oído, dar testimonio creíble, desde la propia experiencia, de lo que se ha vivido personalmente. Lo que se ha visto con los propios ojos, lo que se ha oído en primera persona, se narra con la propia existencia, se hace relato vivencial, incluso silencioso, pero eficaz; se traduce en acciones, en gestos, en presencia y cercanía.
Quien sabe contar, narrar, transmitir, también puede cantar con los labios y expresar el contenido de su testimonio a través de palabras vivas, directas y diáfanas.
El Papa Francisco escribe en su “Mensaje para la Jornada Mundial de las Misiones 2021”: “Con Jesús hemos visto, oído y palpado que las cosas pueden ser diferentes. Él inauguró, ya para hoy, los tiempos por venir recordándonos una característica esencial de nuestro ser humanos, tantas veces olvidada: "Hemos sido hechos para la plenitud que sólo se alcanza en el amor"” (n. 3).
El libro de los Hechos de los Apóstoles “recoge cómo el perfume del evangelio fue calando a su paso y suscitando la alegría que solo el Espíritu nos puede regalar” (ibíd., 5).
En la Jornada Mundial de las Misiones “recordamos agradecidamente a todas las personas que, con su testimonio de vida nos ayudan a renovar nuestro compromiso bautismal de ser apóstoles generosos y alegres del Evangelio” (ibíd., 9).
Nuestra Diócesis ha sido bendecida con vocaciones misioneras. Ahora, en muchas ocasiones y en diversos lugares, el relevo resulta apremiante e imprescindible. El Papa Francisco nos advierte en “Evangelii gaudium”: “¡No nos dejemos robar el entusiasmo misionero!” (n. 80). Y nos anima: “A veces perdemos el entusiasmo por la misión al olvidar que el Evangelio responde a las necesidades más profundas de las personas, porque todos hemos sido creados para lo que el Evangelio nos propone: la amistad con Jesús y el amor fraterno” (EG 265).
Las personas que se han encontrado con Jesús desean que este encuentro repercuta también en la vida de los demás. En realidad, es Jesús quien sale al encuentro de todos, pero el Señor sigue solicitando la mediación de corazones generosos dispuestos a contar y cantar lo que han visto y oído.
Tenemos que responder a esta invitación: “La misión necesita, siempre, tu oración; si el Señor te llama, tu vida; y, en lo que puedas, tu ayuda económica”.
Recibid mi cordial saludo y mi bendición.
+Julián Ruiz Martorell, obispo de Jaca y de Huesca.