Sacerdotes al servicio de una Iglesia en camino (20-3-2022)
SACERDOTES AL SERVICIO DE UNA IGLESIA EN CAMINO
Queridos hermanos en el Señor:
Os deseo gracia y paz.
El Día del Seminario nos impulsa a agradecer al Señor las vocaciones sacerdotales y también a pedirle que abra los corazones de quienes reciben su llamada.
El objetivo del Seminario es “acompañar a jóvenes llamados por Dios para ser sacerdotes, ayudándolos en el discernimiento de su vocación y formándolos para servir al pueblo de Dios” (Día del Seminario 2022, Reflexión teológica).
La vocación sacerdotal es un servicio, pues es una llamada peculiar a un seguimiento directo de Jesucristo, que se presenta ante todos como el que sirve. “Esto supone una gramática elemental de la vida como un don recibido que tiende, por propia naturaleza, a convertirse en un bien que se dona; nuestro ser es "ser para los demás" y toda vocación auténtica es servicio a los otros” (ibíd.).
El servicio al que se llama en la vocación sacerdotal se desarrolla en la Iglesia, que, como madre, cuida, forma, ayuda a responder sin miedo a la llamada del Señor (cf. ibíd.).
En la vida del sacerdote, el Seminario es una etapa crucial, porque allí “se aprende que la Iglesia, en su desvelo por cada uno de sus hijos, necesita de hombres dispuestos a servir y entregar su vida en todo tiempo y en cada circunstancia” (ibíd.).
La Iglesia continuamente está en camino. “La Iglesia peregrina en este mundo y busca caminos para llegar a todos los pueblos anunciando el Evangelio. Toda la Iglesia es misionera, toda la Iglesia sale a los cruces de los caminos para proponer a los hombres de buena voluntad la buena noticia” (ibíd.).
Quienes se forman en el Seminario desean convertirse en discípulos misioneros y evangelizadores con Espíritu. Benedicto XVI dijo que un ministro de la Iglesia se distingue por: “amor a Cristo, una seria competencia teológica en plena sintonía con el Magisterio y la Tradición de la Iglesia, la meditación constante y personal de su misión salvadora y una vida intachable acorde con el servicio que presta al Pueblo de Dios” (26 septiembre 2008).
Oramos al Señor de la mies: “Ahora, que acompañas a tu Iglesia, peregrina en el mundo, te pedimos que envíes sacerdotes que caminen junto a aquellos que convocas en tu Iglesia; que nos fortalezcan y consuelen con la unción del Espíritu Santo; que nos animen e iluminen con la predicación de tu Palabra; que nos alimenten y sostengan con la celebración de la eucaristía y la entrega de su propia vida” (Día del Seminario 2022, Oración).
Recibid mi cordial saludo y mi bendición.
+JuliánRuiz martorell, obispo de Jaca y de Huesca