Con la colaboración de todos y en favor de todos (15-8-2022)
CON LA COLABORACiÓN DE TODOS Y EN FAVOR DE TODOS
Las especiales condiciones de la Diócesis de Jaca, por su extensión
y su distribución en poblaciones dispersas desde el punto de vista
geográfico, hacen difícil el mantenimiento del patrimonio histórico,
artístico, documental y monumental.
Estudiantes, investigadores, peregrinos, turistas, residentes y
visitantes ocasionales pueden disfrutar de la importante aportación que,
a lo largo de los siglos, ha surgido como consecuencia de la síntesis
entre la fe y la cultura.
El evangelio se ha hecho acontecimiento vivido, celebrado,
proclamado y ha sedimentado en diversas expresiones en el terreno de
las artes: arquitectura, pintura, escultura, música, orfebrería,
documentos, tradiciones, relatos; en definitiva, una conjunción de obras
de excepcional valor.
Los materiales han sido trabajados con esfuerzo, gusto y
delicadeza: piedra, losa, ladrillo, vidrio, maderas, metales, tejidos,
pergaminos, papeles, cartones, pieles de animales, etc. Pero el paso del
tiempo y las inclemencias meteorológicas los van deteriorando
progresivamente.
El patrimonio histórico, artístico y cultural nos habla, constituye un
mensaje elocuente, que se prolonga a través del tiempo. Se trata de una
comunicación vital que nos conmueve y nos compromete.
El patrimonio es consecuencia de un esfuerzo conjunto, realizado
por los que tuvieron las iniciativas, quienes secundaron los proyectos,
quienes los financiaron y quienes llevaron a cabo el desarrollo
pormenorizado de cada obra. Todo esto en una unión de tareas, donde
los talentos se complementaban y surgían los resultados que
apreciamos en nuestros días.
Para el conocimiento, la difusión y el mantenimiento del patrimonio
se necesitan muchos recursos personales y económicos. Se requiere la
colaboración generosa, el trabajo constante, el seguimiento diligente y
multitud de labores que repercuten en beneficio de toda la sociedad.
Agradecemos la generosa colaboración de todas las personas que
cada año contribuyen con su aportación económica al mantenimiento del
patrimonio diocesano. Las restauraciones y rehabilitaciones, las obras de
consolidación, la prevención de riesgos y el arraigo de la cultura del
cuidado y el respeto, constituyen algo más que deseos utópicos. Los
proyectos se hacen realidad cuando se cuenta con quienes trabajan por
el bien común.
Por todo ello, volvemos a hacer un llamamiento para que, con la
aportación de muchas personas, podamos llegar hasta los rincones que
requieren intervenciones imprescindibles y actuaciones adecuadas.
Gracias por la constante generosidad y por el creciente sentido de
responsabilidad.
+ Julián Ruiz Martorell
Obispo de Jaca