Corpus Christi. Día y Colecta de la Caridad. (2-6-2024)
CORPUS CHRISTI
DÍA Y COLECTA DE LA CARIDAD
Juntos abrimos camino a la esperanza
+ Vicente Jiménez Zamora
Administrador Apostólico de Huesca y de Jaca
En la solemnidad del Corpus Christi la Iglesia celebra la Eucaristía, misterio de nuestra fe, “sacramento de piedad, signo de unidad y vínculo de caridad, banquete pascual, en el que Cristo es nuestra comida, se celebra el memorial de su Pasión, el alma se llena de gozo y se nos da la prenda de la gloria futura” (Vaticano II, SC 47).
Desde el siglo XIII, la Iglesia celebra con gran fervor y devoción popular esta fiesta. En España es una fiesta de larga y honda tradición, que no se contenta con discurrir en el interior de las Catedrales, las iglesias y templos, sino que sale a las calles y plazas en la solemne procesión, en la que los fieles cristianos rendimos homenaje de fe y de piedad a Cristo, como expresión de nuestro amor agradecido y fuente de inagotable bendición.
Profesión pública de fe. Hoy es un día para hacer profesión pública de nuestra fe sin miedos vergonzantes. No pretendemos imponer nuestra fe a nadie a la fuerza, pero exigimos espacios de libertad para proclamarla y vivirla. No dejemos que la fe sea algo irrelevante en la sociedad y que se viva sólo en el ámbito de las iglesias y las sacristías. Defendamos una sana laicidad, que respeta el hecho religioso, frente a un laicismo excluyente de la fe y las creencias. No permitamos que el honor de Dios y el bien de la persona estén ausentes en la vida pública. Es el momento de liberarnos de nuestros complejos de inferioridad respecto al mundo llamado laico y posmoderno. El que es creyente no debe actuar como si no lo fuera. Debe notarse que lo es y debe defender su visión creyente de la vida allí donde se encuentre.
Día y colecta de la Caridad. En esta festividad del Corpus Christi, la Iglesia en España celebra el Día de la Caridad y hace una gran colecta. El lema de este año es: Juntos abrimos camino a la esperanza. Hay una relación esencial entre Eucaristía y caridad. La celebración de la Eucaristía tiene implicaciones sociales. En la Eucaristía Jesús nos hace testigos de la compasión de Dios por cada hermano y hermana. Nace así, en torno al Misterio eucarístico, el servicio de la caridad para con el prójimo. La Eucaristía es un antídoto frente a la indiferencia. El Papa Francisco está denunciando con frecuencia la indiferencia como uno de los grandes males de nuestro tiempo. El olvido de Dios y de los hermanos está alcanzando dimensiones tan hondas en la convivencia social que podemos hablar de una “globalización de la indiferencia”. Ante esta situación es necesaria la “globalización de la caridad”, especialmente con los más pobres y vulnerables, impulsándonos a la vivencia de la comunión fraterna y del servicio de nuestros semejantes.