La Pasión de los sentidos (13-4-2025)
LA PASIÓN DE LOS SENTIDOS
+ Vicente Jiménez Zamora
Administrador Apostólico de Huesca y de Jaca
La fe en la Pasión del Señor - tema central de la Semana Santa – constituye en primer lugar un acontecimiento esencialmente litúrgico, religioso y espiritual, y en segundo lugar un acontecimiento social, cultural y turístico. Arte e imaginería; literatura y música; costumbres y ritos se dan cita como en un certamen para ensalzar el misterio salvador de la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, al que se asocia su Madre Santísima. Es como la sinfonía teológica con variaciones sobre el mismo tema: la Pascua florida, el paso de la muerte a la vida con la primera Luna llena de primavera.
Ahora bien, una celebración de la Semana Santa, que perdiera su alma religiosa y su entraña espiritual y quisiera convertirse en simple manifestación cultural, turística o gastronómica, sería un empobrecimiento para la fe e incluso para la cultura y el arte.
Las imágenes y “pasos”, que desfilan en las procesiones y que vamos a contemplar durante la Semana Santa, tienen alma y tienen vida, porque han nacido de la fe de un pueblo creyente, que a través de sus imágenes expresa su fe, sus sentimientos y creencias; de un pueblo que sufre y goza; reza y canta; muere y resucita. Las imágenes de la Semana Santa hablan al corazón del ser humano; tocan la sensibilidad individual y colectiva; suscitan la fe, la esperanza y el amor. Nuestra imaginería religiosa tiene pedagogía y apologética. Es una catequesis sencilla para el pueblo fiel.
Durante la Semana Santa, nuestras Diócesis de Huesa y de Jaca participan de la celebración de los misterios que nos dieron nueva vida, desde la Entrada mesiánica de Cristo en Jerusalén, pasando por su Pasión y Muerte en la cruz, para culminar en la Resurrección gloriosa del Señor. Las plazas y las calles de nuestras ciudades y pueblos son protagonistas de las más variadas manifestaciones de piedad popular, que se rescatan de la tradición y de la historia. Sin atenerse a las raíces del ayer, los pueblos y las gentes no tienen profundidad ni porvenir. La historia viva es lo que otorga espesor y sentido trascendente a la existencia humana. No hay proyecto sin memoria, ni utopía sin historia.
Las Cofradías con sus hábitos y emblemas, sus insignias y estandartes, sus tambores y bombos, sus grupos escultóricos sobre elegantes tronos desfilan por nuestras calles y plazas, realizando una verdadera manifestación pública de fe y una representación plástica de las principales escenas de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor.
¡Feliz Semana Santa y Pascua de Resurrección!