Comentario evangélico. Domingo 21 Ordinario, ciclo A.
Jesús está solo con sus apóstoles. Es el momento para darles varias grandes lecciones.
Les pregunta: "¿Quién dice la gente que es el Hijo del Hombre?". Algunos pensaban que Él era Juan el Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o alguno de los profetas".
Lección 1: Jesús no cambia según la opinión de la gente. Si nos dejamos llevar por lo que es aceptado y valorado en nuestra cultura, somos como ciegos guiados por otros ciegos. Los políticos conducen sondeos de opinión publica para adaptarse a lo que quiera la gente. Jesus conduce un sondeo de opinion publica para enseñar a no adaptarse a lo que quiera la gente. Entonces les pregunta: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?» Seguramente que entre ellos habían discutido sobre este tema y habían dicho muchas. Pero ante la pregunta directa del maestro se quedan mudos. Temen decir una necedad. Solo Pedro responde: "¡Tú eres el Cristo, el hijo del Dios vivo!" Jesús declara que esa respuesta no se la ha revelado nadie de carne y hueso, "sino mi Padre que está en el cielo"
Lección 2: Los Apóstoles no deben hablar según sus opiniones sino aprender a escuchar al Señor. Solo Dios puede revelar la verdad de si mismo y de la vida nueva en El. Los hombres estamos llenos de soberbia y hablamos ligeramente, sin conocer la verdad. ¡Cuanto daño hacemos con esta conducta! Pero, ¿Como podemos escuchar al Señor?
Lección 3: Jesús establece Su Iglesia y a Pedro como cabeza visible: "Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia". Jesús cambia el nombre de Simón a "Kefas" (roca). El cambio de nombre en la Biblia ocurre cuando se recibe una misión importante. Jesús es la Roca, pero El quiso dejar un representante que fuese la roca visible, su representante en la tierra que hable en su nombre. Ese es Pedro y sus sucesores, los Papas. También entre los cristianos de hoy hay muchas opiniones sobre Jesús y diversas interpretaciones de la Biblia y la moral... Podemos conocer a Jesús y su doctrina si somos fieles a la enseñanza de la Iglesia (magisterio de la Iglesia), unidos al Santo Padre. Solo a Pedro le dió la autoridad para actuar en su nombre "Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo." Solo a la Iglesia le dió la garantía que "el poder del infierno no la derrotará.
P. Jordi Rivero.