Comentario evangélico. Domingo 5 Ordianrio, ciclo C.
Por tu palabra
¿Cuál es la realidad eclesial de las diócesis de Aragón? Como estamos a las puertas de la Cuaresma -comienza el próximo miércoles-, me permito adoptar un tono profético y penitencial. En cuanto que Cristo es la cabeza de la iglesia, vamos bien. En cuanto que nosotros somos los miembros, estamos desunidos y nos falta esperanza. Parece que nos consolamos con aquellos “brotes verdes” que nos hundieron en una profunda crisis económica con raíces en la profunda crisis moral de nuestro país. Es necesario ver que “nos hemos pasado la noche bregando y no hemos cogido nada”.
Jesús me mira. Jesús nos mira y nos dice: “Rema mar adentro, y echad las redes para pescar”. La única manera posible es hacerlo “por tu palabra” y “en su nombre”. No sirven protagonismos ni anonimatos. Es necesario que donde hay un cristiano el nombre de Cristo sea pronunciado y su palabra, vivida. Esto supone que el miembro de la iglesia esté efectivamente en la tradición “que yo os transmití, como lo había recibido”. Que el cristiano crea que “Cristo murió por nuestros pecados”, para redimirnos, porque su muerte no fue un trágico accidente ni la consecuencia de su espíritu rebelde, sino una ofrenda de amor al Padre por nosotros. Este Cristo ofrecido es el que “resucitó al tercer día”. Por si no se han dado cuenta, entre la llamada y la respuesta de la primera lectura (“¿A quién enviaré?” y “Aquí estoy, mándame”) y la llamada a ser “pescadores de hombres” del Evangelio, está el CREDO, el centro del credo: ¡¡¡Resucitó!!!
En los umbrales de la Cuaresma, dirigiéndonos a Jerusalén, con pronóstico de pasión y temblorosos de cruz, vemos el tercer día de la resurrección. Por eso, en medio de una mar revuelta, no podemos detenernos en disputas sobre quién es el primero. Vamos, rememos mar adentro, hay que confesar, hay que creer, hay que vivir, hay que pescar, hay que confiar.
María, puerta de misericordia, enderézanos para que no perdamos de vista el rostro de Cristo que nos llama.
+José Antonio Calvo Gracia.