Comentario a las lecturas. Santos Apóstoles Pedro y Pablo.
En el evangelio de hoy Jesús hace dos preguntas
1ª) a la gente. 2ª) a los discípulos.
Pregunta a la gente. Como dice el Papa Francisco, la pregunta a la gente es muy importante. A Jesús le interesa la opinión de la gente, los problemas y preocupaciones de la gente, lo que palpita en el corazón de los hombres y mujeres del mundo. Sin esta consulta a la gente la Iglesia difícilmente podrá dar una respuesta acertada, real y actual al mundo. Como nos aconseja el Concilio Vaticano II “hay que escrutar los signos de los tiempos» (G.S. 44). Y nos lo ha recordado constantemente el Papa Francisco en este año SINODAL.
Pregunta a nosotros. La segunda pregunta la plantea Jesús a los discípulos y contesta Pedro en nombre de todos. Aparentemente Pedro da una buena respuesta ya que es elogiado por el propio Jesús. Pero hay que seguir leyendo el evangelio y nos daremos cuenta de que esta respuesta es insuficiente ya que, cuando Jesús les dice que el Mesías debe padecer mucho y morir, San Pedro protesta enérgicamente: “De ninguna manera debe pasarte eso a ti”. Y Jesús le da una respuesta muy dura: “Apártate de aquí, Satanás”. Pedro se equivocó al pretender dar lecciones a Jesús marcándole el camino que debía seguir. El camino lo marco yo. Tú, ponte detrás de mí. En honor a Pedro, éste supo dar una buena respuesta cuando, después del anuncio de la Eucaristía, Jesús pregunta: ¿También vosotros queréis marchar? Y Pedro, en nombre de todos, contesta: ¿Maestro, ¿adónde iremos? Tú tienes palabras de vida eterna (Jn. 6,68). Una respuesta válida para todos los tiempos: Sin Cristo estamos perdidos, no sabe mos dónde ir. Sus palabras saben a vida eterna. Con Pedro, Cristo nos da también a nosotros las llaves para “abrir el libro de la vida” y descubrir el sentido de nuestra historia.
Iglesia en Aragón