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    Directora-Gerente: Mª Belén Luque Herrán

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EL MUSEO DIOCESANO DE JACA

“Una de las más bellas colecciones de pinturas murales románicas del mundo”

Así  ha sido calificada por varios especialistas  la colección del  Museo Diocesano de Jaca. Y es que, reinaugurado por los Príncipes de Asturias el 9 de febrero de 2010, el MDJ ofrece al visitante más de 2.000 m² expositivos que albergan un valioso tesoro de ARTE MEDIEVAL: capiteles, tallas de Vírgenes y de Cristos, rejas románicas y por supuesto, la excepcional colección de pinturas murales originales, románicas y góticas, que convierten al MDJ en uno de los museos de pintura medieval más importantes del mundo.
A lo largo de la década de 1960 la Diócesis de Jaca sorprendió al mundo con una serie de hallazgos de pinturas al fresco medievales (fechables entre los siglos XI y XVI) que decoraban las iglesias y ermitas del Pirineo Aragonés y que permanecían ocultas o en grave riesgo de desaparición. Para salvaguardar y garantizar la conservación de esos valiosos testimonios culturales se procedió a traspasarlos a lienzo y reubicarlos en las salas del entonces naciente Museo Diocesano de Jaca. Entre los conjuntos murales custodiados en los fondos del MDJ podemos destacar los procedentes de Ruesta, Susín, Navasa, Osia, Urriés o Ipas, entre otros.  Pero sin duda, es la Sala Bagüés la que constituye la “joya” de la colección puesto que representa el conjunto de pintura mural más grande que conservamos en España de estilo románico. Estas pinturas fueron incorporadas al MJD en 1970 y para su presentación en el museo se construyó una sala que reproduce exactamente las mismas dimensiones de la iglesia de las que fueron trasladadas.
Si bien las pinturas murales constituyen la manifestación cultural de mayor singularidad de este centro, no son menos importantes los fondos de tallas románicas y góticas, la selección de capiteles románicos, los documentos medievales, la rejería románica, la orfebrería y las secciones de arte renacentista y barroco que complementan el recorrido histórico artístico por estos testimonios de fe procedentes de las distintas localidades de la Diócesis de Jaca.
Todas estas joyas están acompañadas de un moderno montaje museográfico que incorpora audiovisuales y elementos interactivos, convirtiendo la visita al MDJ en algo ameno y divertido y haciendo de él un museo apto para todos los públicos.
Desde su inauguración el 22 de agosto de 1970 el MDJ definió de forma clara su personalidad como “museo de arte sacro medieval” reflejo de la Fe de las gentes de la diócesis jacetana e importante foco de cultura del Alto Aragón.

 

ÁMBITOS PRINCIPALES DEL MUSEO

Ámbitos 1 y 2: El claustro románico

Todas las salas del MDJ abren a las crujías del claustro de la Catedral que queda liberado de su función de espacio expositivo, devolviéndole su primitiva función de “deambulatorio”, es decir, como espacio de comunicaciones.
En él pueden admirarse una selección de capiteles románicos de entre los que cabe destacar el capitel del Rey David y los músicos, obra clave del arte románico español no sólo desde el punto de vista artístico sino también por constituir un documento de un altísimo valor organológico al recoger la representación de varios instrumentos musicales del siglo XII. 

 

 

Ámbito 3: Letra y Música (sala de la Torreta)

Las salas de la Torreta fueron en origen el lugar donde se administraba justicia y la pequeña cárcel con la que contaba la catedral.
Es el primer espacio que el visitante recorre por lo que en él se hace una presentación de la historia de la Diócesis de Jaca, su extensión, las localidades que la componen, así como el Episcopologio completo desde el siglo XI en el que Jaca se convierte en sede episcopal hasta la actualidad.
En este ámbito se pueden contemplar algunos de los más importantes documentos de la Diócesis como las Actas del Concilio de Jaca (S. XII); el pergamino de la Concesión de privilegios a las iglesias de Jaca por el rey Ramiro I (S. XII, segunda mitad); o el pergamino con la Instauración de la Cofradía de la Minerva en la Catedral de Jaca (S. XVI), entre otros.
Otra de las zonas de la Torreta está dedicada al importante archivo musical custodiado en la catedral y en él se exponen varios libros de coro, partituras, códices, instrumentos musicales y un dispositivo interactivo multimedia a través del cual el visitante puede conocer la historia de los toques de campana que existían en la Catedral de Jaca y escucharlos.
 

Ámbito 4: Pintura Mural (Sala Refectorio)

Es la sala de mayores dimensiones del museo albergando el grueso de la colección de pintura mural románica que ha dado al MDJ fama internacional. Las pinturas murales que el museo conserva, de las que se muestra una amplia selección, cubren el periodo comprendido entre los siglos XI- XVI. 
Este espacio fue en origen el refectorio de los canónigos, que desde finales del siglo XI vivían según la Regla de San Agustín, siendo reconvertido en 1584 en Capilla de Nuestra Señora del Pilar.
La nueva exposición de las piezas en la sala ha querido recrear el antiguo uso de este espacio como “capilla”, situando en la cabecera el ábside con las pinturas de Osia (pinturas góticas, S. XIII), que recogen una completa iconografía de la vida y martirio de Santa Lucía.  Afrontado a este conjunto se expone el ábside procedente de la Iglesia de San Juan Bautista de Ruesta en el que el espectador puede contemplar la característica iconografía de un ábside románico presidido por la representación de la Maiestas Domini: Cristo en Majestad, sedente y bendiciendo con la mano derecha rodeado por las siete lámparas del Apocalipsis. Completa la decoración del cascarón los símbolos del Tetramorfos y un grupo de Serafines como guardianes del Trono. Conjunto fechable a mediados del siglo XII.
Cada uno de los tramos de los muros laterales, separados por los arcos diafragma, acogen unos paneles de madera que, a la manera de retablos, exponen los fragmentos conservados del resto de conjuntos de pintura mural con los que cuenta la institución: Navasa (finales del siglo XII), Urriés (c. 1310- 1330), Sieso (segundo tercio del siglo XVI), Cerésola (siglo XIV, primer cuarto), Ipas (Siglo XV, segundo cuarto), Sorripas (siglo XIV, segundo cuarto)  y Concilio (c. 1300).

 

Ámbito 5: Sala Bagüés

Constituye la “joya” de la colección y en las escenas conservadas podemos contemplar la más completa Biblia de los pobres de las muchas que se hicieron en los templos románicos. Las pinturas de esta iglesia cubrían la totalidad de los muros laterales y la cabecera  desarrollándose en ellos el relato de la historia de la Humanidad articulado en varios ciclos: el del Génesis (Adán y Eva, Caín y Abel y la historia de Noé); el de la Infancia y Bautismo de Jesús; los episodios de su Vida Pública y su Pasión; y, ya en el presbiterio, la Crucifixión, Resurrección y Gloriosa Ascensión a los cielos -escena triunfal ésta última que ocupa el lugar visualmente más destacado del templo: el cascarón absidial-.
Este espacio permite imbuirnos en la estética de las iglesias románicas y comprender así cómo eran los interiores de esos templos que estaban concebidos para estar absolutamente pintados, llenos de vida y color, de forma que las gentes iletradas de la época medieval pudieran comprender, a través de imágenes envolventes, toda la historia de la Biblia.
Las pinturas de Bagüés poseen un extraordinario interés para el estudio de la pintura románica europea. A ello contribuye su cronología temprana, la extensión y complejidad de su programa iconográfico, su estilo y su buen estado de conservación. Son datadas a finales del siglo XI (entre 1080 y 1096).
En la reapertura del MDJ se mantiene la antigua configuración de la sala, pero añadiéndose unos bancos que, a modo de nave de la iglesia, sirven para el descanso y mejor contemplación de las pinturas por parte de los visitantes. Por otra parte, el hastial de los pies, el único que carece de decoración, sirve como telón de fondo sobre el que se proyecta un audiovisual que explica la técnica de la pintura al fresco, la forma de arranque y traslado de las pinturas murales y la lectura de las principales escenas presentes en el programa iconográfico de Bagüés.
El acceso a esta sala se efectúa a través de otra de las grandes piezas del Museo: la reja románica de Santa María de Iguácel (siglos XI- XII), que constituye uno de los ejemplos más importantes de la rejería románica peninsular.

Ámbito 6: Románico (Sala Capillas claustrales)

En estas salas se han recuperado las divisiones murarias primitivas que independizaban cada una de las tres capillas con las que contaba el claustro. Los antiguos muros de división entre capillas se simulan ahora mediante vitrinas que acogen una selección de tallas románicas, sobresaliendo por su extraordinaria calidad la talla de la Virgen de Santa María de Iguácel (siglo XII) y dos Cristos crucificados románicos de gran tamaño: el de San Miguel de Ardisa y un crucificado procedente de la Seo jaquesa. 
En las vitrinas se puede disfrutar también de otras interesantes piezas románicas de pequeño tamaño como las lipsanotecas de Bagüés (c. 1080) y Botaya o los dos aguamaniles y una arqueta relicario procedentes de San Juan de la Peña.

 

 

Ámbito 10: Sala Capitular

Las obras de restauración del museo de 2010 han recuperado la dependencia claustral de mayor calidad artística, como es la antigua SALA CAPITULAR DE LOS CANÓNIGOS que se incorpora a los ámbitos visitables del museo. No se concibe como espacio para exposición de piezas sino como lugar en el que se pueden contemplar sus maravillosos elementos arquitectónicos, entre los que destacan los capiteles originales románicos de su fachada. En esta sala se proyecta un recurso multimedia que explica el origen y la importancia de la Diócesis de Jaca a lo largo de su historia.

 

Ámbito 8: Gótico, Renacimiento y Barroco (Sala Biblioteca)

Estas salas de Gótico, Renacimiento y Barroco se ubican en el segundo piso del Museo, y se incorporan en 2010 como nuevos espacios expositivos de la colección permanente del MDJ.
El ámbito más amplio recoge una cuidada selección de obras del período gótico del que podemos destacar el frontal de Santa María de Iguácel (h. 1300) y la pintura sobre tabla de la Virgen entronizada con Niño, obra madura del artista Juan de la Abadía el Mayor.
El recorrido por esta sala finaliza con las obras barrocas más recientes como son los bocetos del siglo XVIII que Fray Manuel Bayeu presentó para la decoración del altar mayor de la Catedral jaquesa y el lienzo de Judith camino de Betulia, obra de Luis Paret y Alcázar. 

Ámbito 9: Secretum

El Secretum era el espacio destinado por los canónigos de la catedral para guardar importantes piezas de orfebrería del tesoro litúrgico del templo, así como jocalías y otros documentos.
Con la reapertura del MDJ este espacio tan privado de la catedral se hace visitable y en él se exponen varias piezas renacentistas de orfebrería.
Las pinturas al fresco del siglo XVI que decoraban  la bóveda de crucería y los muros de este ámbito han sido restauradas, pudiendo contemplarse ahora su rico programa iconográfico basado en una representación de los signos zodiacales, los Evangelistas, parte de las virtudes teologales y la escena de la entrega de las tablas de la Ley a Moisés.

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