Enero 2016. Capilla de la Trinidad

Catedral de Jaca

Siglo XVI, último tercio (1570)

Piedra policromada

Catedral de Jaca (Huesca)

El Papa Francisco ha proclamado el 2016 como Año de la Misericordia. Por ello, en el MDJ vamos a seleccionar durante los próximos meses obras artísticas relacionadas con este tema, comenzando con una auténtica joya patrimonial de nuestra diócesis, la capilla de la Trinidad de la Catedral de Jaca, pues el Santo Padre en la bula Misericordiae Vultus dice que Misericordia es la palabra que revela el misterio de la Santísima Trinidad.

 

Esta capilla se localiza a los pies de la nave del Evangelio, junto a la de Santa Orosia, y para su construcción en el siglo XVI se tuvo que cerrar uno de los arcos románicos de la Lonja grande de la catedral. Fue fundada en 1570 como ámbito funerario por el matrimonio formado por Martín Sarasa y Juana de Aranda quienes contrataron a algunos de los mejores maestros del momento en Aragón como el cantero Juan de Landerri (quien también diseñó el claustro de las benedictinas). Posee planta cuadrada y cierra con cúpula sobre trompas sin tambor, inspirada en el Panteón romano. Al interior, la base de la cúpula presenta una inscripción que reza: Dios Padre celestial apiádate de nosotros. Dios Hijo redentor del mundo, apiádate de nosotros. Dios Espíritu Santo, apiádate de nosotros.

 

Abre a la nave a través de una portada monumental concebida como un gran arco de triunfo. Fue diseñada por el maestro Guillén Salbán aunque en su ejecución material participaron también otros maestros como Jorge de Flandes y Juan de Anchieta. En la portada se representa la Virgen con el Niño, acompañados de algunas de las virtudes que todo cristiano debe practicar: Prudencia, Justicia, Fortaleza, Esperanza, Fe, Caridad y Templanza, junto a los símbolos de la Pasión de Cristo.

 

Pero, sin duda, el elemento que más llama la atención del conjunto es el retablo, obra del genial escultor español Juan de Anchieta (o Ancheta). Realizado en piedra policromada, tiene como advocación principal a la Trinidad y como co-titulares a San Martín y al Ángel custodio. El modelo utilizado para representar la Trinidad es el tipo Trono de Gracia o Trinidad Vertical, en alusión a la superposición en altura de las Tres Personas y que es la única fórmula de representación trinitaria aprobada por la autoridad eclesiástica, tal y como confirmó la bula del Papa Benedicto XIV en el siglo XVIII. Está compuesta por la imagen de Dios Padre, entronizado y representado como un anciano barbado que sostiene con firmeza, pero también con cariño, la cruz con el Hijo muerto. A ellos se agrega la paloma del Espíritu Santo, descendiendo en forma de hálito o soplo divino, desde la barbilla del Padre hasta la cabeza del Hijo. Es una iconografía que subraya la idea de la Redención, ya que el Padre muestra a los hombres el sacrificio realizado por su Hijo y que permitirá la salvación al final de los tiempos. Además, la mirada del Padre no se dirige al Hijo, sino al espectador, queriendo subrayar la idea de que es el Dios del amor infinitamente Misericordioso y que sale a nuestro encuentro, nos busca y nos sostiene en su regazo como a Jesús.

 

¿Sabías que...?

En palabras del especialista José Camón Aznar, el Padre Eterno que preside la capilla jaquesa es la réplica más grandiosa que existe en el mundo del Moisés de Miguel Ángel. No en vano, Anchieta es uno de los intérpretes más geniales de las fórmulas miguelangelescas en la escultura española del último tercio del siglo XVI, introducidas por el escultor Gaspar Becerra en el retablo de Astorga (León).

Más imágenes de la capilla pinchando en el siguiente vídeo.

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