Septiembre 2020. Capitel del Sátiro
SEPTIEMBRE. CAPITEL DEL SÁTIRO
Románico, principios del siglo XII
Piedra labrada
Procede de la Catedral de San Pedro de Jaca
Para celebrar el décimo aniversario del MDJ, este año hemos decidido dedicar nuestras Piezas del Mes a las obras más emblemáticas de la colección. Entre ellas no podía faltar el Capitel del Sátiro, cuyo personaje principal ha recibido el apelativo del “desnudo más bello de toda la Edad Media”.
Este capitel probablemente formó parte del antiguo claustro románico de la Catedral. Se trata de una pieza de gran complejidad, que conserva la decoración de tres de sus cuatro caras, en las que aparecen un efebo desnudo (identificado como un sátiro), un león y un ave fénix. Estos, junto con los híbridos representados en las esquinas (mujeres con garras animales y hombres simiescos), forman un programa iconográfico que resulta muy difícil de interpretar a los ojos de los contemporáneos.
Uno de los pocos investigadores que se ha atrevido a darle sentido a estas imágenes ha sido F. Prado-Vilar. Para él, el capitel fue realizado para embellecer el sepulcro del conde Sancho Ramírez (hijo natural del rey Ramiro), que estaba ubicado en una panda del claustro y del que también formaba parte el capitel conservado en la iglesia jacetana de Santiago. En consecuencia, ambos capiteles formarían conjuntamente un programa de sentido funerario.
En base a esta clave interpretativa, Prado-Vilar defiende que las figuras del Capitel del Sátiro hacen alusión a la Resurrección de Cristo y la de los justos. El mismo sátiro, por su desnudez, su belleza y el sentido ascendente que adquiere su cuerpo, estaría materializando la idea agustiniana de que los cuerpos volverán a la vida durante el Juicio Final “sin deformación, sin mortalidad, sin peso” (Sermón 240.3). El león de la siguiente cara representaría el triunfo de Cristo sobre la muerte según el Fisiólogo, importante texto de la Antigüedad. El mismo mensaje ofrecería el ave fénix envuelto en fuego, al ser una criatura mitológica que renace de sus cenizas tras haber muerto prendiéndose en llamas. Este sentido de resurrección se vería potenciado por el fuego purificador que envuelve a todos los personajes del capitel.
Otro elemento fascinante de esta obra, además de su riqueza iconográfica, es la bella factura de sus personajes. Esta refleja un claro influjo clasicista común a otros capiteles de la Catedral y que puede rastrearse, asimismo, en piezas de los templos de Santiago de Compostela o Saint-Sernin de Toulouse.
¿Sabías que…?
Tras el desmontaje del claustro románico en el siglo XVII, el capitel fue introducido en la Capilla del Pilar (el antiguo refectorio) para servir de base a una columna. Fue reubicado durante los años 30 en la Catedral, donde sostuvo la mesa de altar del ábside meridional hasta 2014. Ese año, el Capitel del Sátiro fue restaurado y devuelto a su entorno original, el claustro, donde puede contemplarse actualmente.